Guido Piccoli e Ingrid Betancourt
“una madre de un muchacho del barrio Soacha que gritaba al descubrir que el cadáver de su hijo había sido presentado como guerrillero, posteriormente se descubrió que el muchacho en cuestión había sido secuestrado.”
Quizás el periodista y escritor Guido Piccoli, el mayor conocedor italiano de la realidad colombiana,
autor del libro “El sistema del Pájaro. Colombia, paramilitarismo y conflicto social” (2005), se pareció a un elefante en la cristalería organizada el 16 de diciembre pasado por el comité Con Ingrid Betancourt a Bologna, para promover la candidatura de la ex senadora colombiana al Premio Nobel de la Paz. En esa ocasión Ingrid Betancourt recibió por el alcalde Sergio Cofferati la ciudadanía honoraria.
Participaban también el presidente nacional de Amnesty International, Paolo Pobbiati, la actriz Margaret Collina, los cantantes Luca Barbarosa, Francesco Baccini y Marina Rei y el periodista del diario l’Unità, uno de los promovedores de la candidatura de ingrid Betancourt al Premio Nobel de la Paz.
En seguida la intervención de Guido Piccoli y la respuesta (audio) de Ingrid Betancourt, claramente molesta…
por Guido Piccoli:
Les agradezco por haberme invitado.
No quisiera ser el aguafiestas de esta ocasión. Comencé a interesarme de la situación colombiana….no, antes de comenzar pongo un despertador para dentro de cinco minutos. Apenas suene, termino, así como he prometido, ok! Bueno. Comencé a conocer, a amar y a escribir sobre Colombia a finales de los años ochenta, en le época de Pablo Escobar. Por aquel entonces, todos, tanto periodistas como amigos, me preguntaban por Escobar, me pedían que escribiera sobre él… me preguntaban si le había encontrado. El mal en persona.
Es emocionante estar al lado de Ingrid Betancourt. Ya le había visto y estoy muy contento de poder abrazarle. Ahora con Ingrid, del mal en persona pasamos al bien en persona. Es la única mejoría que noto, en verdad. Colombia no ha mejorado mucho en los últimos 15–20 años.
Mi tarea es la de ampliar un poco la perspectiva. Porque si el objetivo fuera solamente su vivencia, tendríamos una visión falsa de Colombia.
Si nos detuvieramos solo en su vivencia veríamos un solo delito del cual escandalizarnos. Además veríamos a los buenos de una parte –quienes le han liberado– y a los malos de otra, quienes la tuvieron secuestrada, robándole seis años y medio de su vida. Quienes continuan robando centenares de años a otras vidas.
Recuerdo inmediatamente una cuestión. Nosotros amamos los personajes. Recordamos la foto de Ingrid mientras abraza a un general.
En su lugar en aquel momento yo habría abrazado al mismo Satanás, si me hubiese liberado. Pero el mismo general después de 4 meses ha debido renunciar, antes de que lo obligaran a hacerlo, porel escándalo de los falsos positivos. Se trata de un secuestro, también éste es un secuestro de centenares, talvez de miles de jóvenes, que fueron secuestrados de sus casas, llevados a zonas de combate, obligados a vestir uniformes miméticos, asesinados y hechos pasar por guerrilleros. También como paramilitares en algunos casos. (aplausos)
¿Cuál es la razón de todo esto? Para que los soldados tuvieran permisos premios. Los responsables se encuentran en la cúpula. Para que los generales pudieran quedar bien con Uribe. Y para que el presidente Uribe pudiera cantar victoria sobre la guerrilla.
Creo que también éstos son secuestros y son secuestros terribles, imagínense las madres…hay una foto que tuvo amplia circulación, de una madre de un muchacho del barrio Soacha que gritaba al descubrir que el cadáver de su hijo había sido presentado como guerrillero, posteriormente se descubrió que el muchacho en cuestión había sido secuestrado.
Otros secuestros, rápidamente, voy rápido, rápido, otros secuestros terminados en la nada. En los últimos dos, tres años, han sido descubiertas 3.000 fosas comunes, gracias a la confesión de algunos paramilitares. Es decir, secuestros de personas que han desaparecido en la nada. Estos son los desaparecidos. Cuando hablamos de desaparecidos pensamos en Argentina, en Chile, pensamos en los vuelos de la muerte, en el estadio de Santiago. Pues bien, la suma de los desaparecidos en décadas en Colombia supera al total de la suma chilena y también argentina, la diferencia es que fueron realizados como por un boticario, tantos o pocos a diario, los adecuados, para evitar el crecimiento del tumor de la subverción.
Creo que esta información es importante. Nos la brinda Amnesty International, America’s Wath, Human’s Rights, decenas de organizaciones humanitarias colombianas a las que se acusa de ser aliados de la guerrilla. Así como podría ser yo acusado por mencionar estas cosas.
Esta es la misma lógica que ha ocasionado el secuestro de Ingrid Betancourt. Muchas personas me preguntaban “¿Por qué han secuestrado a Ingrid?” Porque las Farc tienen la misma lógica: “Quien no está conmigo está en mi contra“ Esto es terrible en una sociedad.
Pero en esta polarización no deberíamos caer ni siquiera cuando denunciamos, cuando nos escandalizamos, cuando nos conmovemos.
Me acerco a la conclusión: aún no ha sonado el despertador. Quiero decir algo. Nadie puede ni quiere absolver los crímenes de una parte, recordando los crímenes de la otra parte; pero tampoco es posible continuar interpretando la realidad colombiana, como se hace con otros conflictos, con los habituales “dos pesos y dos medidas”, es decir como un pugna entre “buenos” y “malos”.
Finalmente, de cualquier modo, este tipo de lógica nos lleva a tomar en consideración sólo los crímenes innegables de una parte, convirtiéndonos de alguna manera (ahora suena e despertador, concluyo) objetivamente en cómplices de la otra parte. Deberíamos estar contra todos los criminales y al lado de todas las víctimas, comenzando por los pobres que son los más indefensos y que en Colombia están aumentando, deberíamos estar del lado de los sindicalistas y de los indígenas (quienes son atacados por todos, inclusive por la guerrilla que no toleran su autonomía, pero sobre todo por el Estado y los paramilitares al servicios de las transnacionales). (aplausos)
Por lo tanto hay que construir una alternativa a la guerrilla y al narcotráfico, así como dice el eslogan de esta conferencia, pero también hay que construir una alternativa a todos los terrorismos, a la injusticia social, que como bien sabe Ingrid es la primera razón del conflicto. De otro modo “la libertad para todos los secuestrados y las diferentes condiciones de vida, instrucción y trabajo”, como está escrito aquí detrás, serán un propósito vacío y una fábula de navidad.
Quê dîficil resulta referirse a la realidad colombiana.
No olvidemos jamâs que es una naciôn donde se vive una ^“guerra no declarada” que se prolonga en el tiempo y no se avizora su fin.
Cuâl es la soluciôn? la receta para detener esta vorâgine sangrienta?
La respuesta, lôgicamente, pertenece a los colombianos.
Sin embargo, si hemos de ser sinceros, no podemos pretender “paralelamente” ser neutrales en un conflicto que no es otra ccosa que el resultado del las injusticias sociales. Lo deseemos o no, existe un enfrentamiento (guerra) con aliados y enemigos.
La realidad social latinomericana no es un cuento de Navidad. la historia es similar y los procesos sociales se repiten.
Si pensamos que todos los integrantes de la guerrilla son teroristas nosignifica cerranos a la posibilidad de diâlogo? Cômo se puede debatir con aquellos que consideramos criminales?
La experiencia vivida por Ingrid Betancourt es tambiên dîficil de analizar porque existe la posibilidad de ser mal interpretado.
Los medios de comunicaciôn manejan a la perfecciôn la mamnipulaciôn emocional para obtener dividendos polîticos.
Es lo que sucede con la Sra.Betancourt a la cual le han diseñado una tarima mediâtica elevândola a un rango que aûn no ha conquistado. Postularla a Premio Nobel de la Paz me parece una exageraciôn cuando ni siquiera se atreve a denunciar el terror de estado.
Buscar alternativas es siempre una esperanza pero no podemos permitir que ‘êstas se transformen en una ilusiôn y un engaño.
Es acaso una soluciôn “REAL” las seudo democracias que nacieron como una alternativa a las dictaduras? Significa ello que se construyen sociedades mâs justas? O es sôlo un lavado de imagen que permite a los poderosos de siempre seguir controlando los destinos de las mayorîas?
Ojalâ que Colombia y Latinoamêrica encuentren la ruta anhelada.
Seguramente no nacerâ desde las cûspides intelectuales, ni de los oportunistas y traidores, ni de los rostros que aparecen cotidianamente en las pantallas o se pasean por El Vaticano, El Escorial, El Quirinale o en alfombrados salones de Naciones Unidas en Ginebra o Nueva York.