Solidaridad con Manuel Olate. La vías de la paz se logran creando vínculos y no cadáveres y fosas comunes.
El pasado 4 de diciembre le han concedido por fin la medida de detención domiciliaria al compañero chileno Manuel Olate, quien había sido detenido en Santiago el 29 de octubre bajo la acusación de terrorismo y de ser el “enlace entre la guerrilla colombiana de las FARC y los mapuche chilenos”. Manuel sin embargo es solamente una víctima más del inútil intento del gobierno colombiano de aislar políticamente a nivel internacional las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia — Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Inútil porque la solidaridad que se expresa en diferentes formas en el mundo a las FARC es directamente proporcional a la represión y a la violencia que sufre el pueblo colombiano día tras día desde muchas décadas por el terrorismo de Estado y su política de “limpieza” social y política.
Miembro destacado del Partido Comunista de Chile y del Movimiento Continental Bolivariano y además representante del Movimiento de Solidaridad por la Paz en Colombia, Manuel había sido detenido bajo una orden de detención dictada por el Ministro de la Corte Suprema de Chile, Margarita Herreros, que de esta forma daba seguimiento a una solicitud de extradición procedente de Colombia.
La evidencia de su culpabilidad saldría, de acuerdo con la versión del gobierno colombiano, una vez más de ese portentoso tarro de Pandora que es la computadora del que fue en vida el número dos de las FARC, el comandante Raúl Reyes. Manuel, según algunos documentos, es acusado de ser un tal “Roque” presunto financiador de las FARC en Chile. En estos días su defensa está trabajando duro (también para enfrentar el juicio sobre el pedido de extradición en Colombia) para demostrar que él es solamente un simpatizante del grupo insurgente colombiano y que nada tiene que ver con el presunto “Roque”.
Simpatizante como muchos de nosotros que solidarizamos con los luchadores sociales y la resistencia en Colombia. ¿Cómo no serlo frente a un Estado narco paramilitar como el colombiano que aniquila en la sangre cualquier intento de oposición política y civil? ¿ Qué bombardea lugares donde se discuten diferentes posibilidades para un pueblo que necesita y urge un rescate social desde casi medio siglo? ¿Qué mantiene en la impunidad los autores materiales e intelectuales de todas las peores masacres de los últimos 50 años de su historia? ¿Qué aplica sistemáticamente métodos como la tortura, la desaparición forzada y las ejecuciones extrajudiciales en total desprestigio de todos los tratados internacionales en tema de Derechos Humanos?
Raúl Reyes , conocido también como el “canciller de las FARC”, murió el 1 de marzo de 2008 durante un bombardeo aéreo del ejército colombiano contra un campamento de la guerrilla en territorio ecuatoriano. La acción militar que fue llevada en evidente desprestigio de los acuerdos internacionales de no intervención en territorio extranjero, causó la muerte de 22 guerrilleros y 4 estudiantes mexicanos que se encontraban en el campamento y una crisis regional muy grave entre Colombia, Venezuela y Ecuador. En ese entonces muchas voces de protestas se levantaron porqué el campamento era un lugar de encuentros internacionales y de tratativas por la liberación de algunos prisioneros en manos de la guerrilla, entre ellos la diputada franco-colombiana Ingrid Betancourt. Unos días antes había sido visitado por personalidades franceses y suizas que estaban haciendo mediaciones por cuenta de sus respectivos países.
¡La computadora de Raúl Reyes, por ironía de la suerte, aquella noche quedó milagrosamente intacta durante un bombardeo que duró varias horas por aviones de combate Supertucano de la Fuerza Aérea Colombiana y helicópteros “Blackhawk”!
Desde entonces, objeto de manipulación técnica por parte de la CIA y de los hombres del DAS (los servicios de inteligencia colombiana), la computadora “mágica” se ha convertido en un productor fantástico de pruebas útiles que luego son utilizadas por ellos mismos y por la Fiscalía de Colombia para acusar a los militantes, activistas y simpatizantes con la causa y las demandas de justicia y libertad del pueblo colombiano.
Se ha verificado por ejemplo con la senadora Piedad Córdoba, con dos miembros del partido de la Refundación Comunista de Italia, Ramón Mantovani y Marco Consolo, con la sindicalista Liliana Ovando e incluso ha servido para acusar de complicidad con la guerrilla los presidentes de Venezuela y Ecuador, Hugo Chávez y Rafael Correa.
La periodista argentina Stella Calloni describe los inventos producidos por la computadora de Raúl Reyes como los “Cuentos de las Mil y Una Noches” y recuerda como el comandante de las FARC Reyes durante el periodo de las negociaciones del Caguán viajaba a menudo en Europa para reunirse con diplomáticos, parlamentarios, políticos e incluso con el Papa Juan Pablo II, de quien recibió una bendición. Esto explicaría todos sus contactos internacionales. Hay fotos tomadas de él y de algunos miembros de las FARC en el aeropuerto de Fiumicino a su llegada a Italia en 2000 durante un viaje a Europa.
La foto de Manuel Olate con Raúl Reyes, que ha sido publicada en toda la prensa chilena (rigurosamente de derecha) como la prueba “reina” de sus enlaces con la guerrilla, por sí misma no dice ni prueba nada. En los periodistas deberían provocar más indignación las imágenes tomadas el pasado 12 de octubre al terrorista cubano Orlando Bosch recibiendo el reconocimiento como “modelo para la comunidad” en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanos — americanos (ICCAS) o la de su socio en terrorismo (verdadero terrorismo) Luis Posada Carriles, caminando por las calles de Miami. Ambos reos confesos de varios atentados contra civiles en Cuba.
Por otro lado, podemos suponer que el hecho de que a Manuel Olate le hayan sido concedidos los arrestos domiciliarios demuestre la debilidad de los cargos en su contra. Sin embargo en Chile se ha desatado rápidamente una campaña de desprestigio en su contra con el respaldo de toda la prensa y de la televisión.
En Colombia, lo mismo le ha pasado a la senadora Piedad Córdoba, que además ha sido inhabilitada al ejercicio de cualquier cargo público durante los próximos 18 años por la Fiscalía de su país sobre la base de las presuntas “pruebas” de sus “vínculos” con las FARC encontradas en el disco duro de la computadora de Raúl Reyes.
Seguramente algún vínculo con las FARC Piedad Córdoba lo tendrá si ha logrado obtener la liberación de muchos prisioneros en manos de la guerrilla y si ella y el grupo de Colombianas y Colombianos por la Paz siguen siendo los interlocutores privilegiados del grupo insurgente. Obviamente a ese concepto de vínculo no se le da el mismo significado que le da el gobierno colombiano. Las vías del dialogo y de la paz por una salida negociada del conflicto se logran creando vínculos y no cadáveres y fosas comunes, se logran con el dialogo y la comunicación constante y no con bombas y metrallas.
El dialogo es la única vía de paz en un país donde el Estado ha siempre actuado con bombas y metralletas.
Por Annalisa Melandri — www.annalisamelandri.it