Chiste comunista
Carl Marx se muere y por sus pensamientos va a dar al infierno. Tres meses después el diablo llama San Pedro: -¿San Pedro? — Sí.- Habla el diablo en persona (o en demonio). Resulta que tengo un pecador demasiado latoso. Mis demonios comienzan a sindicalizarse y a pedir una semana de 40 horas. ¿Crees que puedas corregirlo?, yo ya hice de todo, y nada. Te lo envío pues. Después de un tiempo y devuelta la normalidad al infierno, el diablo se pregunta qué habrá pasado con el Marx ese y decide hablar al penthouse, o sea al cielo otra vez: -¿Sí, bueno? Habla el diablo… ¿puedo hablar con Dios?” -¿Dios? ¡Cuál Dios, aquí todos somos iguales!
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