Las FARC al gobierno colombiano: “con amenazas y calumnias no vamos a ninguna parte”.
A través de un comunicado del pasado día 6 de febrero, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, han rechazado las acusaciones que les ha hecho el presidente colombiano Juan Manuel Santos de estar realizando atentados terroristas contra la población civil.
En particular, la semana pasada, el gobierno colombiano había acusado la guerrilla de haber cumplido dos atentados que dejaron un balance de 16 muertos, casi todos civiles.
En el comunicado las FARC insisten, come están haciendo ya desde tiempo, en pedir una negociación política del conflicto colombiano. A estos mensajes, sin embargo, el gobierno no presta mucha atención. Aún, responde con mentiras y acusaciones con las que obtiene solamente la exacerbación del conflicto y su insolubilidad; responde con la militarización y con la provocación, con la misma perversa política de polarización de los actores sociales del mismo que tantos muertos ha causado y sigue causando.
“La guerra puede ser regularizada con acuerdos de canje de prisioneros y de conductas con la población no combatiente y los combatientes heridos o capturados. Y que puede ser terminada con una salida dialogada, política, sin imposiciones arrogantes, que atienda a la solución de las causas originarias del conflicto. Con amenazas y calumnias no vamos a ninguna parte. Las construcciones mediáticas repetidas miles de veces por las cadenas de radio, televisión y la gran prensa escrita, apuntan a desvirtuar la naturaleza política y social de nuestra lucha ante un pueblo que sufre las graves consecuencias de las políticas económicas, sociales y militares de corte neoliberal desarrolladas por la actual administración”.
Es parte del mensaje que las FARC han enviado a la opinión pública. Es un mensaje importante, que contiene propuestas concretas y viables, planteadas no solamente por la guerrilla sino también por amplios sectores de la sociedad civil colombiana e internacional que creen que la única paz posible en Colombia sea la que pasa a través del dialogo.
El encuentro que se está preparando en Suiza para los días 23 –25 de marzo es una clara demostración de esto. Somos todos conscientes que tiene que ser acogido y llevado adelante el llamado urgente que desde cada rincón de la martirizada Colombia y no solamente, pide paz dialogada pero sobretodo una paz que pasa a través de reformas estructurales que puedan influir positivamente en la vida de millones de colombianos.
El único grande sordo, un sordo arrogante y ahora siempre más solo es el gobierno colombiano, en la persona del presidente Juan Manuel Santos.