Silvio Rodríguez, Dr. Honoris Causa Universidad San Marcos Lima
SOUNDTRACK
La canción debe ser siempre sincera
Universidad Mayor de San Marcos, en Lima.
Dr. Fernando Izquierdo Vázquez, Rector de la Universidad Mayor de San
Marcos.
Profesor Octavio Santa Cruz Urquieta.
Excelencias
Queridos hermanas y hermanos presentes y ausentes.
Recibir este honor de la Universidad Mayor de San Marcos, Decana de América,
excede cualquier reconocimiento que pudiera soñar. El hecho de que tanta
ilustración universal haya pasado por sus aulas, que este premio lo hayan
recibido cubanos como Fidel Castro, Nicolás Guillén y Eusebio Leal, y sobre
todo la certidumbre de que César Vallejo estudió aquí, me hace sentir
usurpador. Muchas veces he proclamado que el autor de “Poemas Humanos” tuvo
un efecto fundacional en mí.
Sé que, según el protocolo de estos actos, ahora me tocaría dar una clase
magistral. Pero sólo soy un cantor popular que, para colmo, siempre ha
tenido claro que practica un oficio que no suele enseñarse, una profesión
sin cátedra. Aunque esto es rigurosamente cierto, para ser más justo debería
agregar que existen al menos regiones de la vida que nos enseñan. La escuela
de un cantor puede comenzar en las tonadas con que nos duermen las abuelas y
con las melodías que escuchamos salir de la cocina mientras nuestra infancia
corretea. Son lecciones todo lo que acontece en los hogares, si es que
nacemos con la fortuna de un techo, y escuelas son las calles, las ciudades,
los dioses y los héroes que nos esperan cuando abrimos los ojos, como
queriendo sellar nuestra suerte.
Hay muchas formas de cantar y todas parecen necesarias, o al menos tienen
sus profetas. Dicen que cada manera está determinada por cierta zona de los
gustos. Pero cantar también es una lucrativa carrera y por eso es parte de
la llamada industria del entretenimiento. Uno de los fines de esta curiosa
forma de producción es fomentar y expandir una música que nos distraiga en
las horas llamadas libres. Para eso fabrican sus canciones y ritmos, que
suelen ofertar cuerpos maravillosos y rostros inolvidables.
Debo admitir que yo también admiro la simpatía y la destreza de esos cuerpos
y que mis pies, que no piensan, pueden marcar compases repetitivos.
Pero mi entendimiento rechaza la fábrica que intenta adicionarme a lo vacío.
Presto atención, sin embargo, a todo el que se toma en serio su trabajo y
trata de hacerlo bien, aún si es un asalariado de la industria del
entretenimiento. Lamento si su entorno no le permite otra forma de
supervivencia que ponerse al servicio de la compraventa.
Pero conozco a otros que han desafiado ese destino y asumen los riesgos de
su libertad. A esos que no ceden al facilismo domesticado son a los que
identifico como familia. Y es que las melodías que tarareaba mi madre, los
sones que bailé en mi juventud, los himnos que aprendí en mi adolescencia y,
en fin, la adoración a la canción en mi país, me hicieron asumir mi oficio
como necesidad, y no he tenido más remedio que cantar como una aspiración
cultural.
También tuve la suerte de tener algunas ideas sobre mundo, antes de sentir
el impulso, la necesidad de cantarlo. Recibí lecciones de mi propio país,
cuando en 1961 se realizó la campaña de alfabetizació n a la que nos sumamos
100,000 estudiantes secundarios. A los 14 años me separé de mi familia por
primera vez para subir montañas y sumergirme en ciénagas, para recorrer
distantes parajes enseñando a leer y a escribir, y a la vez para aprender la
estremecedora lección de los que habían sido olvidados. Pero más que sin
analfabetos, inaugurábamos un país de mujeres y hombres que, con el apetito
del saber abierto, seguían estudiando. Fue entonces que nuestras escuelas y
universidades empezaron a crecer y a multiplicarse. Por eso en 1967, cuando
empecé a mostrar mis canciones, nuestros niveles de escolaridad iban en
franco desarrollo. Haber sido soldado de aquella primera gesta que como lema
llevaba un pensamiento de José Martí: “Ser cultos para ser libres”, y cuya
bandera era el saber sin discriminació n, me hizo pensar que a partir de
entonces ya nada sería igual en Cuba, ni siquiera las canciones.
Una transformació n esencial estaba ocurriendo: la práctica humanista nos
mejoraba como gentes y aquella mejora hechizó cualesquiera que fueran los
propósitos de cada cual. Cuando yo me puse a hacer canciones la ética y la
estética ya eran compañeras. El arte, como parte de la vanguardia
espiritual, pensaba yo, debía esforzarse por estar a la altura de la nueva
realidad. Un poco antes Alejo Carpentier había inaugurado la Editora
Nacional de Cuba y la literatura empezó a circular a precios populares; el
Universo rechazaba la guerra contra Viet-Nam; Casa de las Américas hizo el
Primer Encuentro de la Canción Protesta; eran los años del boom literario,
del Novo Cinema y del Nuevo Cine Latinoamericanos. Varios compañeros de
generación vivíamos lo mismo, habíamos llegado a conclusiones parecidas y
poco a poco nos fuimos encontrando. Nuestras canciones, en un inicio
aisladas por la soledad, empezaron a manifestarse como una corriente juvenil
que primero fue identificada como “trova moderna” o como “trova joven”,
hasta que fue llamada “nueva trova”.
La nueva trova nunca fue un movimiento estéticamente homogéneo y mucho menos
pretendió fundar un estilo musical. Lo primero que nos cohesionó fue tener,
más o menos, la misma edad y el momento social que vivía Cuba, con el que
nos identificábamos. Vivir al lado de un país tan grande y con medios tan
poderosos nos mostraba que era necesario conocer y reproducir nuestras
melodías de antaño, para que las canciones por venir no olvidaran sus
orígenes. Pero lo novedoso es como un pie forzado para las nuevas
generaciones, que siempre llegan con la lógica aspiración de una voz propia.
Quizá por eso la ruptura llamaba tanto mi atención. Nos tocaba ser jóvenes
en un tiempo que también era joven y nuestra sociedad cambiante nos exigía
tanto, que respondíamos con una dolorosa honestidad. Creo que ese
desgarramiento fue la médula de nuestro aporte. En definitiva ¿a qué se le
puede dar crédito en este mundo sino a lo que desafía los abismos?
He leído muchas veces que el compromiso con las aspiraciones de cada tiempo
histórico suele ser sustancial para la expresión artística. Pero esta verdad
natural no se puede interpretar como una directriz, porque corremos el
riesgo de convertir la realidad en su propia caricatura. Lo programático se
muerde la cola, por eso, antes que nada, el arte tiene que ser honesto.
Cuando alguien le preguntó cómo pensaba que debía ser una canción, José
Antonio Méndez, autor boleros eternos como “La Gloria Eres Tú”, con la noble
sonrisa
que lo caracterizaba respondió: Sincera. La canción debe ser siempre
sincera.
Cantar es un arte antiguo y extendido por nuestra diversa geografía.
Posiblemente no exista actividad de nuestros pueblos que no esté reflejada
en alguna canción. Queda mucho por saber de nuestros cantos y ese
conocimiento nos ayudará a saber más de nosotros mismos. El compromiso con
el amor y con la belleza, con lo real y con lo imaginado, y sin dudas con el
reclamo de justicia social que signa nuestra historia, son esencias de la
canción Latinoamericana. Esa suma de virtudes es la que la mantiene viva y
digna. Por eso quiero terminar dando gracias a todos los cantores que
esperan por la simple mención que los salve del anonimato y que han sido y
son paradigmas de nuestras certezas.
Gracias, hermanas y hermanos del Perú, país de cultura dorada, pueblo
generoso que atesora sabiduría, canciones y ejemplos dignos de amor y
respeto, como el del joven poeta inmolado, Javier Heraud. Gracias, hermano
Hildebrando Pérez Grande; gracias, Escuela de Literatura; gracias a este
insigne centro Mayor de estudios, universal al punto de premiar a un
trovador. Por supuesto que interpreto este gesto como un abrazo de pueblo a
pueblo. Lo acepto en nombre de maestros como Sindo Garay y Teresita
Fernández, de la trova cubana de todos los tiempos, de mi aguerrida
generación y muy especialmente en nombre de Noel Nicola, hermano que hace
poco se nos fue, pero que antes nos dejó ejemplares versiones cantadas de la
inmortal poesía de César Vallejo.
Silvio Rodríguez.
Lima, 25 de Febrero 2007
Gianni Minà premiato al Festival internazionale del Cinema di Berlino.
Gladys Basagoitia: Protesta
Ha pubblicato: La zarza ardiendo (Editorial Thesis, Perú, 1964), Peces Ebrios (Editorial Istituto Cultural Peruviano-Giapponese., 1969, Premio J.M. Arguedas, Lima) Otra vez sobre el viento (Editorial Poemas del camino, Miami, USA 1967) L’infinito amore (Città di Castello, 1986) Donna eros (Quaderni contro l’inverno, Perugia , 1997) Il sorriso del fiume. Racconti d’infanzia e del Perú (Comitato internazionale 8 Marzo, Perugia, 1995) Polifonia, (Edizioni Tracce, Pescara, 2000) Mujer eros (Ediciones Flora Tristán, Lima, 2001) Aguafuerte (Ediciones Flora Tristán, Lima, 2003) Con Reverie ha recentemente vinto il premio Nuove Scrittrici di Pescara: la silloge è stata pubblicata da Edizioni Tracce
Perú: Paramilitari e Apra accusati della morte del dirigente minatore Saúl Cantoral
ll 13 febbraio si compiono 17 anni dall’assassinio del dirigente metallurgico che per difendere oltre 60 mila minatori peruviani , sfido’ governo e paramilitari.
Il ricordo dell’ uomo nei versi del poeta Juan Cristóbal
Saúl Cantoral Huamaní, aveva 42 anni, era sposato e padre di 4 figli. Venne dapprima sequestrato, torturato ed infine eliminato . Era nato nel 1946 in un villaggio vicino Ayacucho. Visse a Nazca da bambino e poi lavoro’ nella Marcona Mining Company e nella Hierro Perú. Nel 1987 venne eletto segretario generale del sindacato dei minatori. Il 17 luglio 1988, a seguito del rifiuto di governo e sfruttatori di miniere di un tavolo di trattative per discutere migliori condizioni di vita e di lavoro per la gran massa di lavoratori si iniziò uno sciopero che durò fino al 16 agosto. Più di 60 mila lavoratori bloccarono la produzione mineraria. Secondo il governo di Alan Garcia vennero perduti oltre 120 milioni di dollari. Il 9 agosto, in pieno sciopero, Saúl Cantoral fu sequestrato e torturato. Gli vennero iniettate sostanze che gli provocarono danni all’organismo. Alla fine il governo riconobbe lo statuto nazionale dei minatori, ma finito lo sciopero respinse e non mantenne l’accordo. Così i minatori si videro costretti a riprendere lo sciopero il 17 ottobre. Il governo ed i padroni delle miniere iniziarono una campagna di accuse contro i dirigenti sindacali efiniti sovversivi e seguaci o infiltrati di Sendero Luminoso. Il secondo sciopero fu piu’ violento del primo, vennero militarizzati gli accampamenti dei lavoratori, la polizia ed i militari perseguirono i centri minerari. Lo sciopero fini il 12 dicembre.
Il 13 febbraio 1989 alle 19:30 Saúl Cantoral, e Consuelo García, altra dirigente dei minatori, vennero sequestrati da uomini armati, caricati su un’auto e ritrovati cadaveri alle 11 del giorno dopo nel Parco Wiracocha di Cantogrande. Saúl aveva 7colpi sparati alle spalle ed alla nuca. A 12 metri di distanza c’era il cadavere di Consuelo García.
Il caso Cantoral e’ approdato nei giorni scorsi alla Corte Interamericana per i diritti umani di San Jose’ di Costa Rica. I parenti sono scettici perche’ accusano l’attuale presidente del Peru’ Alan Garcia di essere responsabile della morte del dirigente ” minero”. Secondo loro dietro il comando paramilitare che uccise Saúl Cantoral c’era l’Apra, il partito di governo che favoriva l’oligarchia locale e le multinazionali.
Il tempo fu una porta aperta nella tua vita
Perú: Paramilitares y el Apra acusados por la muerte del dirigente minero Saúl Cantoral
El 13 de febrero se cumplen 17 años del asesinato del dirigente minero que por defender 60 mil mineros peruanos desafió gobierno y paramilitares
Recordando el hombre con un poema de Juan Cristóbal
En esos días la Corte Interamericana de Derechos Humanos está examinando los documentos presentados por los familiares del dirigente “minero” peruano Saúl Cantoral, quien fue secuestrado, torturado y asesinado junto a otra sindacalista el 13 de febrero de 1989.
Traduco ese post desde el blog Somos un río lento del amigo Azor:
Ni la tierra tan hosca como la desesperación de los lobos
Te entristeciera las manos con las cuales plantabas
en tus minutos de calma
Granadillas y mangos
Que comías con tu compañera antes de ir al trabajo
Por eso nadie pudo entender (a pesar de tu rostro
de campesino sin sueño)
A qué hora le enseñabas el amor a tus hijos
Y la felicidad (como un eucalipto) a tus amigos de barrio
Poblaste con estrellas y huelgas los sueños del hombre
Por ello / cierta noche / cuando nadie te vio
Partir a ese rincón donde ni siquiera los gorriones existen
La policía aprovechó para partirte el corazón en infinidad de
pedazos
Crecieron semillas y vientos como mares humanos
Y nadie pudo olvidar cuando bailabas huaynitos
en la sencillez de las fiestas
Ni dejar de repetir lo que tu esposa decía con una fotografía tuya
en el pecho:
“Saúl Cantoral no ha muerto / vive / como la primavera vive
en los resplandores maravillosos del alba”
Fabrizio Pecori: Dal Gange all’Annapurna
Stupa di Bodnath
Juan Cristóbal: Il compito dello scrittore socialista.
Traduco con piacere questo articolo dell’amico Juan Cristóbal poeta e scrittore di Lima pubblicato su Rodelú nel mese di novembre dello scorso anno.
Sebbene scritto con precisi riferimenti alla realtà letteraria e sociale peruviana in quanto l’autore partecipa attivamente al dibattito culturale del suo paese, in un mondo globalizzato dove tutto si piega alle leggi di mercato e dove tutto, perfino la cultura e la letteratura diventano quantificabili in termini economici e diventano mezzo di potere e se vogliamo anche di affermazione di esso, i suggerimenti di Juan Cristóbal, assumono, se estrapolati dal contesto al quale si riferiscono e applicati, con una visione più allargata del loro significato ad una idea più universale di letteratura, un valore di guida e di indicazione su come debba svolgersi il dibattito letterario in un qualsiasi paese del mondo in cui sia necessario preservare l’identità culturale e letteraria popolare e sociale. Questa nella sua evidente “pluralità” di modalità espressive e mezzi linguistici, va sottratta all’appiattimento culturale che si sta verificando soprattutto nei settori borghesi della società. E ciò vale sia per il Perù sia per ogni altro paese del mondo. Anche per la nostra Italia. Con ciò si afferma quindi il ruolo di grande responsabilità etica dello scrittore, attraverso il quale passa il sentire e l’agire di tutto un popolo e che diventa pertanto portavoce del suo paese, affermando così il carattere politico e sociale della letteratura.
Pancho visto da Paco
Ascoltando.…
Francisco (Pancho) Villa — Victor Jara
Pancho visto por Paco
Pancho es Pancho Villa, héroe de la revolución méxicana de 1910–1911. Paco es Paco Ignacio Taibo II, quien después de haber escrito una excelente biografía del Che Guevara quiere ahora contar la vida de uno de los héroes de su país.
El diario La Jornada anticipó el “capítulo cero”. La edición italiana serà en 2007 por la editorial Marco Tropea y por la traducción de Pino Cacucci.
Copio aquí en seguida un pasaje del “capítulo cero” en el cual con pocas palabras y librandóse magistralmente con aquel lenguaje que lo distingue, entre falsedad y verdad, entre realidad histórica y leyenda, Paco Ignacio Taibo II nos devolve la personalidad y el valor de Doroteo Arango Arámbula, por todos conocido como Pancho Villa.Yo creo que recordar ahora su valía y su personalidad puede contribuir a devolver a todo México la dignidad que ha sido pisada por los acontecimientos de esos últimos meses.
Y a nosotros, lectores lejanos, pero emocionalmente cercanos, puede de todas maneras ofrecer razón de participación a la lucha que non es solamente la de la APPO o de los maestros de Oaxaca o de los partidarios de AMLO pero es siempre y en cualquier caso compartida, la de cada pueblo y cada hombre cuando afirman y reclaman los derechos fundamentales de la vida.
“Esta es la historia de un hombre del que se dice que sus métodos de lucha fueron estudiados por Rommel (falso), Mao Tse Tung (falso) y el subcomandante Marcos (cierto); que reclutó a Tom Mix para la Revolución Mexicana (bastante improbable, pero no imposible), se fotografío al lado de Patton (no tiene mucha gracia, George era en aquella época un tenientillo sin mayor importancia), se ligó a María Conesa, la vedette más importante en la historia de México (falso; trató, pero no pudo) y mató a Ambrose Bierce (absolutamente falso). Que compuso La Adelita (falso), pero lo dice el Corrido de la muerte de Pancho Villa, que de pasada le atribuye también La cucharacha, cosa que tampoco hizo.
Un hombre que fue contemporáneo de Lenin, de Freud, de Kafka, de Houdini, de Modigliani, de Gandhi, pero que nunca oyó hablar de ellos, y si lo hizo, porque a veces le leían el periódico, no pareció concederles ninguna importancia porque eran ajenos al territorio que para Villa lo era todo: una pequeña franja del planeta que va desde las ciudades fronterizas texanas hasta la ciudad de México, que por cierto no le gustaba. Un hombre que se había casado, o mantenido estrechas relaciones cuasimaritales, 27 veces, y tuvo al menos 26 hijos (según mis incompletas averiguaciones), pero al que no parecían gustarle en exceso las bodas y los curas, sino más bien las fiestas, el baile y, sobre todo, los compadres.
Un personaje con fama de beodo que sin embargo apenas probó el alcohol en toda su vida, condenó a muerte a sus oficiales borrachos, destruyó garrafas de bebidas alcohólicas en varias ciudades que tomó (dejó las calles de Ciudad Juárez apestando a licor cuando ordenó la destrucción de la bebida en las cantinas), le gustaban las malteadas de fresa, las palanquetas de cacahuate, el queso asadero, los espárragos de lata y la carne cocinada a la lumbre hasta que quedara como suela de zapato.
Un hombre que cuenta al menos con tres “autobiografías”, pero ninguna de ellas fue escrita por su mano.
Una persona que apenas sabía leer y escribir, pero cuando fue gobernador del estado de Chihuahua fundó en un mes 50 escuelas. Un hombre que en la era de la ametralladora y la guerra de trincheras, usó magistralmente la caballería y la combinó con los ataques nocturnos, los aviones, el ferrocarril. Aún queda memoria en México de los penachos de humo del centenar de trenes de la División del Norte avanzando hacia Zacatecas.
Un individuo que a pesar de definirse a sí mismo como un hombre simple, adoraba las máquinas de coser, las motocicletas, los tractores.
Un revolucionario con mentalidad de asaltabancos, que siendo general de una división de 30 mil hombres, se daba tiempo para esconder tesoros en dólares, oro y plata en cuevas y sótanos, en entierros clandestinos; tesoros con los que luego compraba municiones para su ejército, en un país que no producía balas.
Un personaje que a partir del robo organizado de vacas creó la más espectacular red de contrabando al servicio de una revolución.
Un ciudadano que en 1916 propuso la pena de muerte para los que cometieran fraudes electorales, inusitado fenómeno en la historia de México.
El único mexicano que estuvo a punto de comprar un submarino, que fue jinete de un caballo mágico llamado Siete Leguas (que en realidad era una yegua) y cumplió el anhelo de la futura generación del narrador, fugarse de la prisión militar de Tlatelolco.
Un hombre al que odiaban tanto, que para matarlo le dispararon 150 balazos al coche en que viajaba; al que tres años después de asesinarlo le robaron la cabeza, y que ha logrado engañar a sus perseguidores hasta después de muerto, porque aunque oficialmente se dice que reposa en el Monumento a la Revolución de la ciudad de México (esa hosca mole de piedra sin gracia que parece celebrar la defunción de la revolución aplastada por una losa de 50 años de traiciones), sigue enterrado en Parral.
Esta es la historia, pues, de un hombre que contó, y del que contaron muchas veces sus historias, de tantas y tan variadas maneras que a veces parece imposible desentrañarlas.
El historiador no puede menos que observar al personaje con fascinación.”
Ma che mondo è questo?
Dal blog NOTIZIE DALL’IMPERO di Elio Bonomi
Per Manifestolibri è uscito in questi giorni “Ma che mondo è questo? Interviste sulle emergenze di fine millennio” un libro curato da Robero De Romanis per il Circolo Culturale Primomaggio di Bastia Umbria, diretto dall’attivissimo Luigino Ciotti.
Celebrando i suoi primi quindici anni di attività, il circolo culturale Primomaggio ha raccolto attorno a un tavolo virtuale alcuni di quegli intellettuali, politici, giornalisti, uomini di Chiesa, dirigenti di organizzazioni umanitarie e di intervento sociale che hanno animato con la loro presenza e la loro passione civile le iniziative del circolo. Li ha chiamati a raccontare, ciascuno dalla propria prospettiva e con le proprie categorie di analisi, cosa è accaduto nel mondo in questo primo scorcio di millennio, e a portare nuova testimonianza di quelle voci di disagio e di sofferenza che non riescono ancora a farsi sentire da noi. Le testimonianze e le riflessioni disegnano così tutte assieme il quadro di un pianeta in piena emergenza, abitato da un’umanità con urgentissimo bisogno di pace e di giustizia sociale. Ma ognuno degli interventi vuole anche farsi portatore di una speranza di cambiamento, o di una fiduciosa profezia di salvezza che possono trovare origine in una concezione solidaristica del vivere sociale, ed essere affidate alla pratica di una nuova politica.
Le personalità intervistate sono: Vittorio Agnoletto, Fabio Alberti, Frei Betto, Mario Capanna, Giulietto Chiesa, don Luigi Ciotti, Haidi Gaggio Giuliani, Alberto Granado, Raniero La Valle, Flavio Lotti, Riccardo Petrella, padre Renato Kizito Sesana, Giuliana Sgrena, Giovanni Russo Spena, Jean Leonard Touadi, padre Alex Zanotelli.
A questa iniziativa ho dato il mio piccolo contributo per l’intervista all’amico Alberto Granado durante il mio ultimo soggiorno a Cuba. Visto il risultato di questo lavoro vado particolarmente orgoglioso di aver aiutato i carissimi amici di Bastia Umbra a portare a termine questa pregevole iniziativa.
Gli amici umbri stamo presentando il libro con varie iniziative per permettere un’ampia diffusione perchè con il ricavato intendono finanziare le loro prossime iniziative in Umbria.
Se qualcuno intende promuovere la vendita del libro è il benvenuto.
Per acquistarlo: Circolo Culturale Primomaggio — tel. 3460134774
Per acquistare on line http://www.manifestolibri.it/novita.php
Le iniziative del Circolo Primomaggio si trovano sul sito http://www.circoloprimomaggio.org/