Sparizione forzata in Messico: crimine costante
Nell’ ultima settimana di maggio, dichiarata dall’ONU come Settimana Internazionale del Detenuto Scomparso, ricordiamo i quattro anni della scomparsa dei due militanti politici Edmundo Reyes Amaya e Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
In Messico si tratta di un caso emblematico di sparizione forzata in quanto avvenuta successivamente al loro arresto (il 25 maggio 2007) a Oaxaca. Da allora dei due uomini non si sa più nulla ma nulla è emerso ad oggi nemmeno sul fronte delle indagini. “Fino a questo momento non esiste un solo responsabile indagato per questo crimine, ma non si sono realizzate neanche le indagini relative per trovarlo” denunciano in un comunicato i familiari dei due scomparsi.
Di questa vicenda ce ne eravamo occupati in varie occasioni, anche rispetto al tentativo di mediazione tra il governo messicano e l’ EPR (Esercito Popolare Rivoluzionario), formazione politico-militare alla quale appartenevano Edmundo Reyes Amaya e Gabriel Alberto Cruz Sánchez. La mediazione, della cui commissione faceva parte anche lo scrittore messicano ora scomparso, Carlos Montemayor, si risolse in nulla appena un anno dopo il suo inizio, per l’evidente mancanza di volontà del governo messicano a dare risposte certe rispetto alla sparizione dei due integranti dell’ EPR.
La sparizione forzata di persone è un crimine contro l’umanità e come tale imprescrittibile e continuato, senza possibilità di indulto o amnistia e che continua a perpetrarsi in Messico nonostante siano ormai lontani gli anni bui della “guerra sucia”.
Vogliamo qui ricordare anche la vicenda di Francisco Paredes, difensore dei diritti umani e co– fondatore della fondazione Diego Lucero, scomparso il 26 settembre del 2007 presumibilmente dopo un arresto effettuato dalla polizia.
Uno degli ultimi casi di sparizione forzata in Messico è avvenuto il 25 marzo scorso quando da Veracruz si sono perse le tracce del militante del Frente Popular Revolucionario Gabriel Antonio Gómez Caña mentre si recava a dare il suo sostegno a più di 500 commercianti ambulanti che da cinque giorni portavano avanti una protesta pacifica nella piazza principale della città contro il provvedimento che vietava loro di esercitare il commercio in strada.
Questi sono i casi invece più recenti di sparizioni forzate denunciate dall’ AFADEM (Associazione dei Familiari dei Detenuti Scomparsi e delle Vittime delle Violazioni dei Diritti Umani in Messico) oltre ai già menzionati di Francisco Paredes, Gabriel Alberto Cruz Sanchez e Edmundo Reyes Amaya:
Víctor Ayala Tapia detenuto scomparso il 14 settembre 2010 a Papanca, Guerrero
Erick Isaac Molina García detenuto scomparso il 14 giugno 2008 ad Acapulco, Guerrero
Jorge Gabriel Ceron Silva detenuto scomparso il 14 marzo 2007 da Chilpancingo, Guerrero Messico.
L’AFADEM reclama inoltre il compimento della sentenza del caso 12511–Rosendo Radilla Pacheco. La Corte Interamericana per i Diritti Umani il 16 dicembre 2009 ha condannato lo Stato messicano per la sua sparizione avvenuta il 25 agosto 1974 ad Atoyac de Álvarez ed ha riconosciuto l’esistenza di un contesto di violazioni sistematiche e numerose ai diritti umani durante la così detta “guerra sucia”.
La sentenza inoltre ordinava allo Stato di riformare il Codice di Giustizia Militare per impedire che i casi di gravi violazioni dei diritti umani commesse da membri dell’ apparato di sicurezza dello Stato siano giudicate dal Tribunale Militare e chiedeva che fosse tipificato il delitto di sparizione forzata di persona nel codice penale.
Caso Becerra: respuesta al Partido CARC — Italia
Esta es mi respuesta al comunicado del Partido de los Comités de Apoyo a la Resistencia — por el Comunismo (P-CARC) ITALIA respecto al caso de la deportación de Joaquín Becerra (lo leen al final):
Queridos camaradas del Partido de los Comités de Apoyo a la Resistencia — por el Comunismo (P-CARC) ITALIA:
Antes que todo gracias por su adhesión a la carta que, junto a varios intelectuales, periodistas y activistas hemos enviado hace unas semanas al presidente de Venezuela Hugo Chávez. Ha sido un mensaje claro de condena por la injusta detención y deportación a Colombia por parte del gobierno venezolano del compañero y colega periodista, director de la agencia Anncol y uno de los fundadores de la Asociación Bolivariana de Comunicadores (ABC), a la que también pertenece mi página web.
Como ustedes ya saben, es desde Colombia que Joaquín tuvo que huir hace veinte años refugiándose en Europa tras las amenazas recibidas en el marco del genocidio político sufrido por el partido de la Unión Patriótica, al que el mismo Joaquín pertenecía y que costó la vida también a su primera esposa. No estoy aquí a contarles lo que era en aquellos años el compromiso político y social de Joaquín y tampoco el grado de violencia que el ejército colombiano y los paramilitares desataron contra todos aquellos que buscaban una vía democrática a la acción política en representación de las clases oprimidas, de los campesinos, de los indígenas. Hay libros y documentos extensos y detallados que dan testimonio de esto. De hecho Joaquín obtuvo asilo político en Suecia y la nacionalidad de ese país.
Estas son las aclaraciones necesarias para comprender el hecho pero también la portada de la gravedad de la deportación a Colombia de Joaquín por parte de las autoridades venezolanas.
Hoy, en vez, tomo nota de su postura actual, muy distante de aquella adhesión, y que me ve en total desacuerdo. Me siento en derecho y en obligación de responderles porqué me han citado directamente en su comunicado. Pero sobre todo porqué por la actividad periodística que ambos desarrollamos, me siento solidaria con Joaquín.
A este respecto me gustaría precisarles una serie de inexactitudes contenidas en el comunicado.
En primer lugar, no es cierta la afirmación que hacen ustedes que Joaquín Pérez Becerra era “buscado públicamente por Colombia”.
Nadie, fuera de Manuel Santos y los servicios secretos colombianos, (y obviamente los venezolanos cuando fueron informados de la llegada de Becerra) estaba al tanto de que Joaquín era requerido por Colombia ni que tenía pendiente la ficha roja de Interpol (presuntamente emitida mientras el compañero estaba en vuelo desde Alemania hacia Caracas), tampoco el mismo Joaquín. El proceso que condujo a su detención parece haber sido implantado en Colombia en secreto desde casi un año y entonces durante la presidencia de Álvaro Uribe. Lo que han hecho Santos y Chávez ahora, ha sido nada más que dar seguimiento a un operativo impulsado por el gobierno del ex mandatario colombiano.
Probablemente por el desconocimiento que tienen del caso, como ustedes mismos admiten, no saben que la detención de Joaquín se inserta perfectamente en el contexto del escándalo de las famosas “chuzadas” del DAS (inteligencia colombiana). Con este término se define la práctica de interceptar llamadas y correos electrónicos ilegalmente llevada a cabo por el DAS en conjunto con la presidencia de la República (léase Álvaro Uribe) sin autorización previa de la Fiscalía.
Ha sido definitivamente acertado que el ex mandatario colombiano, utilizando el DAS llevaba a cabo una verdadera persecución contra sus opositores políticos. Hace dos años se dio conocimiento al hecho que muchos, políticos, periodistas, activistas de los derechos humanos, integrantes de la OEA (Organización Estados Americanos) y de la Cruz Roja Internacional estaban investigados directamente (e ilegalmente) por la inteligencia colombiana.
Más tarde fueron descubiertos en oficinas del DAS algunos archivos llamados “Operación Europa” con informaciones de inteligencia sobre los exiliados colombianos en el exterior, pero también sobre diputados del Parlamento Europeo, miembros de diferentes ONG, incluso el secretario general de la FIDH, Federación Internacional de los Derechos del Hombre.
En Suecia, la embajada colombiana en ese país, tenía a nomina de sueldos un “respetable” detective, el politólogo Ernesto Yamhure, quien fue amigo y consejero político del jefe paramilitar Carlos Castaño. El Sr. Yamhure ha sido visto en varias ocasiones tomando fotografías a los refugiados colombianos en manifestaciones o acciones de protesta contra el gobierno de Uribe.
Como si esto no fuera suficiente, las acusaciones formuladas contra Joaquín Becerra tienen fundamento en los presuntos correos encontrados en la computadora de Raul Reyes que se mantuvo intacta después del bombardeo en 2008 en Ecuador donde murieron el n. 2 de las FARC Raúl Reyes, 21 guerrilleros y 4 jóvenes estudiantes mexicanos.
En Colombia a pesar de que un capitán de la DIJN (la policía científica antiterrorismo) haya admitido en una declaración jurada que en la computadora de Reyes no había correos electrónicos y un técnico de Interpol haya declarado que en algún momento se ha interrumpido la cadena de seguridad en la custodia de los mismos, durante un periodo de tiempo (permitiendo así que cualquiera hubiera podido añadir material nuevo), los servicios secretos colombianos sacan nuevas “pruebas” cada vez que necesitan enrollar a alguien. Lo han hecho con políticos, militantes y activistas, con la senadora Piedad Córdoba hasta con unos camaradas del Partido di Rifondazione Comunista.
Incluso los mismos presidentes de Venezuela y de Ecuador, Hugo Chávez y Rafael Correa son acusados de haber tenido vínculos importantes con la guerrilla sobre la base de tales “pruebas”.
Después de esta “análisis concreto de la situación” cabe preguntarse si realmente la razón de Estado pude justificarlo todo y sobre todo si podemos como militantes y revolucionarios ser cómplices de todas estas mentiras, engaños y violaciones de los derechos humanos.
A los que equivocándose, creen que Santos represente el nuevo curso de la política colombiana, yo diría que incluso se trata de complicidad con el ex-régimen de Álvaro Uribe, ya que esta operación es una apéndice natural de su política de “seguridad democrática” que tantas víctimas inocentes ha hecho en Colombia.
¿Sobre estas bases estamos construyendo un proceso revolucionario?. O tal vez sería más exacto decir que estamos en la misma lógica perversa del capitalismo, por la que hay que tomar en cuenta los “daños colaterales”, como las masacres de civiles por las bombas de la OTAN en Afganistán o el alto precio a pagar en términos de impacto ambiental por la explotación del petróleo en el delta del Niger por las transnacionales…
Esto es lo que desprende de su análisis y la de los compañeros de la redacción de la revista ALBAinformazione a la que he renunciado hace unos días: que Joaquín no es más que un “daño colateral” en el camino accidentado de la revolución, un precio injusto pero necesario.
Además respecto a su declaración: “No resulta ningún acuerdo preliminar entre Joaquín Pérez Becerra y las autoridades venezolanas según el cual éstas habrían acordado protección. ¿Alguien sostiene que la hubo?”
Nadie lo sostiene, camaradas, porque Joaquín no necesitaba de un acuerdo previo de protección para viajar a Venezuela, como no lo había necesitado en ocasión de otros viajes los años pasados.
Al parecer, Joaquín, así como todos los colegas y organizaciones que en los últimos años lo habían invitado a Caracas, pensaba que el asilo político concedido por Suecia era por sí mismo una forma de protección. Está prohibido por el derecho internacional deportar una persona que goza de asilo político en el país de donde tuvo que huir. La protección la tenía y se la otorgaba propio aquel derecho burgués que tantos revolucionarios desprecian y que paradójicamente lo hubiera protegido (si aplicado) más de cuanto lo ha hecho un gobierno revolucionario. Doblemente traicionado Joaquín, por el derecho burgués y por la solidaridad revolucionaria.
También preguntan ustedes: “¿Por qué Joaquín Pérez Becerra viene a Caracas?. ¿Llega clandestina o públicamente?”.
Estas preguntas son realmente incomprensibles. ¿Acaso ustedes militantes del partido CARC cuando viajan por Europa les preguntan si lo hacen “clandestina o públicamente?” ¿O los criminalizan pidiéndoles las razones de sus viajes? ¿Y si así fuera no gritarían a voz alta su derecho a viajar líberamente por donde quieren? Realmente extrañas preguntas de parte de un partido comunista revolucionario.
También se desprende de su declaración, sobre todo cuando escriben que los camaradas no deben utilizar Venezuela “como base operativa o como territorio de tránsito, salvo acuerdo con las autoridades venezolanas. Si no pueden evitar hacerlo, tienen que estar dispuestos a afrontar (y a tomar en cuenta) las consecuencias de sus eventuales errores. Ciertamente no pueden pretender ser ellos los que dicten la conducta y querer imponer la agenda a las autoridades venezolanas” que comparan la situación de Becerra a la de los demás guerrilleros que en el pasado han sido extraditados a Colombia.
Joaquín no es un guerrillero bajado de un avión en mimética y metralleta y es un gran error, según mi opinión, la equiparación de situaciones completamente diferentes para justificar lo injustificable.
Y hasta en casos de guerrilleros extraditados en total apego de la ley hay que recordar que la solidaridad revolucionaria no justifica nunca la entrega de revolucionarios. Sabemos que el gobierno venezolano ya había extraditado en varias ocasiones guerrilleros de las FARC y del ELN.
Recuerdo una vez más que incluso el actual gobierno reaccionario de Italia, se ha negado a extraditar hace unos meses en manos de Turquía que había pedido su entrega, un líder del PKK kurdo-detenido en su territorio, de nacionalidad holandesa. La razón está en el hecho que en Turquía es vigente la pena de muerte. No olvidemos que en Colombia aunque la pena de muerte no sea vigente de manera institucional, un opositor político, un defensor de derechos humanos, un guerrillero (que no pierde por serlo sus derechos) están en peligro de vida. Recordemos también que la tortura es una de las razones posibles para una negación de la entrega de personas según la convención de Ginevra respecto a la extradición. En Colombia se tortura y esa no es ninguna novedad, ¿O no?
Una opción diferente entonces era posible, por lo menos simplemente respetando el Derecho. Leo pero que para ustedes esto hubiera significado poner a riesgo la “coexistencia pacífica”. Pero la coexistencia pacífica no quiere decir la traición total de la identidad revolucionaria ni de la solidaridad internacionalistas con las luchas de los pueblos contra el imperialismo y el capitalismo internacional.
Lenin decía: “Nos planteamos ahora la tarea principal de triunfar sobre los explotadores y atraer a nuestro lado a los elementos vacilantes. Esta es una tarea mundial. Son vacilantes toda una serie de Estados burgueses, que como Estados burgueses, nos odian, pero como oprimidos, prefieren vivir en paz con nosotros.” Esta debería ser la tarea, atraer los Estados vacilantes, no al revés dejarse involucrar en sus sistemas capitalistas de explotación y opresión del hombre sobre el hombre…
Respecto al utilizar Venezuela cómo “territorio de transito”, nosotros militantes anti-fascistas, bolivarianos, compañeros internacionalistas, colegas y amigos de Joaquín, solidarios con la lucha de liberación del pueblo colombiano, así como con la de todos los pueblos oprimidos, nunca hemos considerado Venezuela “territorio de tránsito”. Por el contrario, considerábamos y seguimos considerando Venezuela la tierra donde poder sembrar junto al Comandante Hugo Chávez, la semilla del socialismo, donde poder trabajar y colaborar para que diera sus mejores frutos.
Cierto, hemos considerado Venezuela “base operativa”, pero no como ustedes equivocadamente piensan, o sea una base logística de guerrilleros infiltrados, que ponen trabas al gobierno venezolano.
Venezuela es para nosotros una fábrica donde diseñar y construir la Patria Grande, donde construir con el liderazgo del presidente Chávez y junto al pueblo venezolano una nueva esperanza para la región. Sin “daños colaterales”, pero sí con coherencia y honestidad.
Además hay que añadir que peores de la detención y de la deportación de Joaquín han sido las palabras del presidente Chávez, expresadas después de una semana de silencio.El presidente Chávez, como han hecho ustedes, se pregunta: ¿Quien ha invitado Joaquín a Venezuela? ¿Quién lo ha subido al avión? ¿Qué iba a hacer en el país? Sobre todo ha acusado a los militantes, los camaradas bolivarianos, que muchas veces han invitado Joaquín a Venezuela, los colegas periodistas que comparten con él la ardua tares de difundir noticias sobre el terrorismo de Estado en Colombia y a quienes me sumo con orgullo, de que somos un “movimiento infiltrado hasta la medula”. Perdonen pero me siento encima estas acusaciones y no puedo aceptarlo.
Y la infamia y la gravedad de las acusaciones como estas, propio ustedes camaradas, deberían conocerlas muy bien. Propio ustedes que por ejemplo en Roma algunas veces en pasado han sido acusados de ser un movimiento “cuestionado”. Falsas acusaciones de las cuales siempre los he defendido. Falsas acusaciones que siempre han acompañado por ejemplo las viejas Brigadas Rojas y otros movimientos revolucionarios.
Además y concluyo, conocen ustedes la persecución y represión que han sufrido y sufren muchos compañeros del partido CARC. Ustedes mismos están difundiendo desde tiempo un llamado de solidaridad hacia algunos camaradas del partido y en contra de la persecución judicial a los comunistas. Sabemos que ha habido y hay juicios en contra de dirigentes y activistas del partido por ser acusados de sostenedores de este o aquel movimiento armado o de asociación subversiva, todos cargos, que sabemos bien han caído por faltas de pruebas, pero que han tenido y tienen un costo muy alto en términos de criminalización y represión de la acción política.
Eso para decirles que no es absurdo imaginar que lo que ha sucedido con Joaquín, con los militantes del ELN y de las FARC, con los internacionalistas vascos expulsados de Venezuela, algún día no pueda pasar a todos nosotros.
Sólo la solidaridad entre los militantes comunistas puede ser el antídoto a la violencia y al terrorismo de estado, pero también al avance del imperialismo criminal y del capitalismo deshumano.
Annalisa Melandri
Santo Domingo, 20 mayo 2011
este el comunicado del Partido:
Partido de los Comités de Apoyo a la Resistencia — por el Comunismo (P-CARC) ITALIA
Dirección Nacional – Sector de las Relaciones Internacionales
Sede: Via Tanaro, 7 — 20128 Milano — Tel/Fax 02.26306454
e-mail: resistenzacarcit – sito: www.carc.it
10/05/2011
El caso de Joaquin Pérez Becerra
El pasado 23 de abril las autoridades venezolanas arrestaron en el aeropuerto de Caracas (Maiquetía) a Joaquin Pérez Becerra consignándolo a las autoridades colombianas dos días después, el 25 de abril. Fue como entregar un palestino a Israel, visto el rol que el Estado Colombiano ha tenido en América Latina al servicio del Imperialismo Usa y de las clases reaccionarias.
A partir de este hecho, parte una campaña de denuncia de Chávez como traidor de la revolución que refuerza la acusación (ya ampliamente difundida) de Chávez y de sus seguaces como falsos revolucionarios.
El Partido (CARC) ha fijado posición con respecto al caso, adheriendo a una nota crítica dirigida al presidente de Venezuela Chávez, propuesta por la colega Annalisa Melandri, quien con algunas compañeras del Partido, formaron parte de la Conferencia Mundial de las Mujeres desarrollada en marzo en Venezuela. La crítica al gobierno venezolano exprime la profunda amargura de la compañera Melandri frente a lo sucedido.
Seguidamente, en el Partido iniciaron a desarrollarse una serie de discusiones que impulsaron a compañeras y compañeros a prestar mayor atención a este hecho, con el fin de desarrollar un análisis concreto de la situación, con el ánimo del marxismo, y con el precioso instrumento de la dialéctica que nos enseña a considerar cada hecho y acontecimiento en su propio contexto y su relación con las diversas partes del contexto mismo. La dialéctica nos lleva a considerar todos (al menos los principales) aspectos de cada hecho, acontecimiento o cosa.
Los comunistas somos materialistas dialécticos, estamos a la vanguardia en la lucha contra el capitalismo; nos distinguimos de otros revolucionarios porque tenemos una comprensión más avanzada de las condiciones, formas y resultados de las luchas de clase y sobre esta base la apoyamos a seguir adelante.
Estos son los principales principios y criterios que hay que tener presente para examinar el caso en cuestión y decidir cómo actuar. Sobre la base de estos principios y criterios exponemos seguidamente los acontecimientos y las reflexiones sobre los mismos, teniendo presente – y que no podemos obviar — nuestro escaso conocimiento directo de los hechos y las pocas o nulas relaciones directas que tenemos con los protagonistas de este caso.
Ha sido indiscutible el rol reaccionario del Estado colombiano y la campaña conducida por el imperialismo USA y por el gobierno colombiano. En esta campaña Chávez está a la defensiva: se defiende de las acusaciones de apoyar a las FARC, sostiene que las autoridades venezolanas no intervienen en los asuntos internos de Colombia, trata de obtener que las autoridades colombianas (y los imperialistas USA) no intervengan en los asuntos internos de Venezuela –lucha por la coexistencia pacífica-: sobre esta linea trata de unir fuerzas y aislar a la derecha.
Las autoridades venezolanas han fijado una posición defensiva en las divergencias surgidas con las autoridades colombianas y con el imperialismo USA que los guía, proteje, financia y usa. Pero no es esta actitud a la defensiva -¿corresponde o no a las relaciones forzadas que Chávez no está en capacidad para derrotar de un solo golpe y usando sólo sus fuerzas; o es fruto de atraso, de oportunismo, de rendición o de colaboración secreta?- que los acusadores de Chávez ponen en discusión.
En este contexto Joaquin Pérez Becerra, buscado públicamente por Colombia llega a Caracas. No resulta ningún acuerdo preliminar entre Joaquín Pérez Becerra y las autoridades venezolanas según el cual éstas habrían acordado protección. ¿Alguien sostiene que la hubo?. ¿Por qué Joaquin Pérez Becerra viene a Caracas?. ¿Llega clandestina o públicamente? Ciertamente las autoridades colombianas eran al corriente de su llegada.
El arribo de Joaquin Pérez Becerra ha sido una acción equivocada (lanzada) o una provocación concordada con las autoridades colombianas. Cuando un país se encuentra en una posición “a la defensiva” como Venezuela, los revolucionarios en sus actividades tienen que ser prudentes yno crear dificultades (no usar a Venezuela como base operativa o como territorio de tránsito, salvo acuerdo con las autoridades venezolanas). Si no pueden evitar hacerlo, tienen que estar dispuestos a afrontar (y a tomar en cuenta) las consecuencias de sus eventuales errores. Ciertamente no pueden pretender ser ellos los que dicten la conducta y querer imponer la agenda a las autoridades venezolanas. Si las autoridades de Venezuela aceptaran símilares imposiciones, estarían a merced de sus enemigos, de sus provocadores, de los desprevenidos: demostrando en la práctica no estar a la altura de la tarea de la cual proclaman querer liberarse.
Joaquín Pérez Becerra no puede pretender de las autoridades venezolanas aquello que no habían prometido. El deber de un revolucionario en su condición de tal, es defender a las autoridades venezolanas de cualquier acusación y denunciar a las autoridades colombianas y al imperialismo USA de haber tejido una emboscada para poner en dificultad a las autoridades venezolanas.
Quienes a partir de un movimiento equivocado o de una provocación concordada con las autoridades colombianas a través del nombre de Joaquín Pérez Becerra, han encontrado un pretexto tirano para conducir una campaña contra Chávez y las autoridades venezolanas, estos son una nebulosa de organismos y personalidades, cada uno movido por motivos propios persiguiendo objetivos propios.
Es imposible y hasta equivocado entonces, tratar de juzgarlos del mismo modo y asumir en relación a cada uno de ellos la misma conducta. Tenemos que analizarlo caso por caso, sobre la base del análisis concreto de cada situación , de nuestros principios y de nuestros objetivos.
Nosotros comunistas oponemos a esta campaña las razones antes mencionadas. Cada uno está en condición de pronunciarse sobre los principios y los criterios que nos guian si quieren tener una relación de unidad de criterios con nosotros. De este modo, nos pronunciamos sobre los principios y criterios que han guiado la conducta de aquéllos compañeros, que ya hemos claramente enunciado en lineas anteriores.
Los pueblos, los grupos y las personas que luchan contra el sistema imperialista mundial se encuentran actualmente frente a grandes dificultades pero al mismo tiempo están frente a grandes posibilidades de conseguir el éxito. Asumirse responsabilidades, regular en cada caso la propia conducta según principios y criterios adecuados al hecho concreto, no actuando a las ciegas ni cayendo en trampas y provocaciones, no regulándose según el sentido común y la cultura de la clase dominante, ni cediendo a las campañas de desinformación y de “intoxicación” de las opiniones, manteniendo y ampliando la unidad y elevando el nivel de las fuerzas revolucionarias, uniendo todo aquéllo que puede ser unido y concentrando poco a poco el ataque contra el principal enemigo, distinguiendo amigos de enemigos, distinguiendo las contradicciones entre nosotros y el enemigo y distinguiendo las contradicciones en el seno del mismo pueblo. Son las condiciones para avanzar con vigor hacia la victoria.
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Caso Becerra: risposta al Partito dei CARC
La mia risposta al comunicato del Partito dei Carc (che copio di seguito):
Cari compagni e compagne del Partito dei Comitati di Appoggio alla Resistenza — per il Comunismo (P-CARC)
innanzitutto vi ringrazio per aver aderito alla lettera che insieme a molti intellettuali, giornalisti, personalità del mondo della cultura e militanti abbiamo inviato qualche settimana fa al presidente Hugo Chávez. Si è trattato di un chiaro messaggio di condanna per l’arresto e la deportazione in Colombia da parte del governo venezuelano del compagno e collega giornalista, direttore della agenzia Anncol, tra i fondatori dell’ Asociacion Bolivariana de Comunicadores (ABC), alla quale appartiene anche il mio sito.
Come sapete ormai, è proprio dalla Colombia che Joaquin é dovuto fuggire una ventina di anni fa per cercare rifugio in Europa in seguito alle minacce ricevute nel contesto del genocidio politico del partito Unión Patriotica al quale lui apparteneva, genocidio che costò la vita anche alla prima moglie dello stesso Joaquín. Non sto qui a raccontare quale fosse l’impegno politico e sociale di Joaquín e nemmeno la portata della violenza che l’esercito colombiano e i paramilitari in quegli anni scatenarono contro tutti coloro che cercavano una via democratica all’ agire politico in rappresentanza delle classi oppresse, degli indigeni, dei contadini. In rete ci sono ampi e dettagliati documenti che testimoniano tutto questo. Fatto sta che Joaquín in Svezia ottenne asilo politico e la cittadinanza di quel paese.
Questi sono i chiarimenti necessari per poter comprendere la vicenda ma anche la portata della gravità della deportazione in Colombia di Joaquín da parte delle autorità venezuelane.
Prendo atto adesso della vostra attuale presa di posizione, molto distante da quella adesione, ma la quale ovviamente mi trova completamente in disaccordo. Mi sento in diritto e in dovere di rispondervi sia perché mi avete citato direttamente nel vostro comunicato, ma anche perché, per l’attività giornalistica che entrambi svolgiamo, in qualche modo mi sento vicina a Joaquín.
A tal proposito vorrei segnalarvi alcune inesattezze riportate nel vostro comunicato che gentilmente mi avete inviato per conoscenza.
Innanzitutto l’ affermazione “Joaquín Becerra ricercato pubblicamente dallo Stato della Colombia” non corrisponde al vero.
Nessuno, eccetto Manuel Santos e i servizi segreti colombiani (oltre ovviamente quelli venezuelani una volta informati dellˈarrivo di Becerra) erano al corrente che Joaquín fosse richiesto dalla Colombia né che pendesse sulla sua testa il codice rosso dell’ Interpol, (presumibilmente emesso mentre il compagno si trovava in volo tra la Germania e il Venezuela), nemmeno, ovviamente lo stesso Joaquín. Il procedimento che ha portato al suo arresto sembra sia stato impiantato in gran segreto quasi un anno fa e quindi ancora durante la presidenza di Álvaro Uribe.
Quello che hanno fatto Chávez e Santos non è stato altro che dare seguito a una operazione pianificata durante il governo dellʹex presidente colombiano.
Probabilmente proprio per lʹignoranza che avete dei fatti, come voi stessi ammettete nel comunicato, non siete al corrente del fatto che la detenzione di Joaquín si inserisce perfettamente nel contesto dello scandalo delle famose “chuzadas” del DAS (servizi segreti colombiani). Con questo termine si definisce la pratica illegale di intercettare telefonate e posta elettronica portata avanti dal DAS insieme alla Presidenza della Repubblica (leggi Álvaro Uribe) senza l’ autorizzazione preliminare del magistrato.
E’ stato definitivamente verificato che l’ex presidente colombiano, in concerto con il DAS effettuava delle vere e proprie persecuzioni contro i suoi oppositori politici. Due anni fa è stata diffusa la notizia che molti politici, giornalisti, attivisti per la difesa dei diritti umani, perfino integranti della OEA (Organizzazione degli Stati Americani) e della Croce Rossa Internazionale erano costantemente (e illegalmente) tenuti sotto controllo dai servizi segreti colombiani.
Successivamente vennero scoperti all’interno del DAS alcuni fascicoli che portavano il nome di Operación Europa (Operazione Europa) che contenevano informazioni sugli esiliati colombiani all’estero ma che delineavano anche complesse operazioni di spionaggio e di montaggio di accuse (e prove) false. Riguardavano non solo esiliati colombiani, ma anche membri del Parlamento Europeo, politici, appartenenti a diverse ONG, perfino il segretario generale della FIDH (Federazione Internazionale dei Diritti dell’ Uomo).
In Svezia, l’ ambasciata colombiana in quel paese aveva alle sue dipendenze un investigatore di “tutto rispetto” e cioè il politologo Ernesto Yamhure , che in passato fu amico e assessore politico del capo paramilitare Carlos Castaño. Il signor Yamhure è stato notato varie volte scattando fotografie ai rifugiati politici colombiani durante manifestazioni o iniziative di protesta contro il governo di Uribe.
Come se non bastasse, le accuse mosse a Joaquín trovano “fondamento” nelle presunte mail trovate nel computer di Raúl Reyes rimasto intatto dopo il bombardamento da parte dell’esercito colombiano in Ecuador dove rimasero uccisi il n. 2 delle FARC, altri 21 guerriglieri e 4 giovani studenti messicani.
Nonostante in Colombia un capitano della DIJN (squadra antiterrorismo) abbia reso ai giudici una dichiarazione giurata affermando che non c’erano messaggi di posta elettronica nel computer di Reyes e un tecnico dell’Interpol abbia dichiarato che la catena di sicurezza sul computer era stata interrotta un certo periodo di tempo (permettendo quindi a chiunque di inserire materiale nuovo), a quanto pare i servizi segreti colombiani continuano a scoprire nuove “prove” ogni volta che hanno bisogno di incastrare qualcuno. Lo hanno fatto con politici, militanti e attivisti, con la senatrice Piedad Córdoba e perfino con alcuni compagni del Partito della Rifondazione Comunista.
Anche lo stesso presidente del Venezuela Hugo Chávez e il presidente dell’Ecuador Rafael Correa sono accusati di avere avuto in passato importanti vincoli con la guerriglia sulla base di tali “prove”.
Questa è la sola “analisi concreta della situazione concreta” da fare a mio avviso.
E dopo averla fatta, domandarsi se veramente la ragion di Stato può giustificare tutto e soprattutto se possiamo come militanti e rivoluzionari essere complici di tutte queste menzogne, inganni e violazioni dei diritti umani.
A quelli che, sbagliandosi, credono che Santos rappresenti il nuovo corso della politica colombiana, direi che si tratta anche di complicità con i crimini di Álvaro Uribe , dal momento che questa operazione è una appendice naturale della sua politica di “sicurezza democratica” che tante vittime innocenti ha fatto in Colombia.
Su queste basi stiamo costruendo un processo rivoluzionario? O forse non sarebbe più appropriato dire che ci troviamo nella stessa logica perversa del capitalismo, per cui i “danni collaterali” sono sempre da mettere in conto, come i civili massacrati per le bombe NATO in Afghanistan o l’ alto prezzo da pagare in termini di impatto ambientale per lo sfruttamento del petrolio nel delta del Niger da parte delle multinazionali…
Questo è quello che traspare dalla vostra analisi e da quella dei compagni della redazione della rivista ALBAinformazione, che ho lasciato qualche giorno fa in segno di protesta: che Joaquín altro non è che un “danno collaterale” nel tormentato percorso verso la rivoluzione, un prezzo ingiusto ma necessario da pagare.
Inoltre alla vostra affermazione: “Non risulta che c’era un accordo preliminare tra Joaquín Pérez Becerra e le Autorità del Venezuela secondo il quale queste gli avrebbero accordato protezione. Qualcuno sostiene che c’era?”
Nessuno lo sostiene, cari compagni e compagne perché Joaquín non aveva bisogno di nessun accordo preliminare per viaggiare in Venezuela come non ne aveva avuto bisogno in occasione di altri viaggi gli anni scorsi.
Evidentemente Joaquín, così come tutti i compagni e le organizzazioni che in passato lo avevano invitato a Caracas, pensava che l’asilo politico riconosciuto dalla Svezia fosse di per sé una forma di protezione. E’ proibito dal diritto internazionale deportare una persona che gode di asilo politico nel paese dal quale ha dovuto fuggire. La protezione c’era e veniva proprio da quel diritto borghese che tanti rivoluzionari disprezzano ma che paradossalmente avrebbe protetto (se applicato) Joaquín più di quanto lo abbia fatto un governo rivoluzionario. Due volte tradito Joaquín, dal diritto borghese e dalla solidarietà rivoluzionaria.
Vi domandate inoltre : “Perché Joaquin Perez Becerra è sbarcato a Caracas? E’ sbarcato clandestinamente o pubblicamente?”
Veramente sono domande incomprensibili. Per caso a voi militanti del Partito dei CARC quando viaggiate in Europa vi chiedono se lo fate “clandestinamente o pubblicamente?” O vi criminalizzano chiedendovi spiegazioni sui vostri viaggi? E se ciò dovesse avvenire, non gridereste ad alta voce il vostro diritto sacrosanto di persone libere a muoversi e viaggiare? Strane domande davvero da parte di un partito comunista rivoluzionario.
Traspare dal vostro comunicato inoltre, soprattutto dove scrivete che i compagni non devono usare il “Venezuela come base operativa o come territorio di transito, salvo accordo con le autorità del Venezuela. Se non possono fare a meno di farlo, devono essere disposti ad affrontare , e mettere in conto, le conseguenze dei loro eventuali errori. Certamente non possono pretendere di dettare loro la condotta e di imporre il calendario e l’ ordine del giorno alle Autorità del Venezuela” che la questione di Becerra viene di fatto paragonata a quella dei guerriglieri estradati in passato alla Colombia.
Joaquín non è un guerrigliero sceso dall’ aereo in mimetica e mitraglietta ed è un grande errore a mio avviso, equiparare situazioni completamente diverse per giustificare l’ingiustificabile.
Perfino nel caso di guerriglieri estradati applicando la legge, bisogna ricordare che la solidarietà rivoluzionaria non giustifica mai la consegna di rivoluzionari. Sappiamo che il governo venezuelano già aveva estradato qualche tempo fa guerriglieri delle FARC e dell’ELN.
Ricordo ancora una volta che perfino l’attuale governo reazionario dell’Italia, si è rifiutato mesi fa di consegnare nelle mani della Turchia che ne reclamava l’estradizione, un leader del PKK-KURDO arrestato nel proprio territorio di nazionalità olandese. Il motivo sta nel fatto che in Turchia vige la pena di morte. Non dimentichiamo che in Colombia anche se la pena di morte non vige istituzionalmente, un oppositore politico, un difensore dei diritti umani, un guerrigliero (che come tale non perde i suoi diritti) si trova in pericolo di vita. Ricordiamo anche che la tortura è una delle possibili ragioni per rifiutare, secondo la convenzione di Ginevra, l’ estradizione di una persona. In Colombia si tortura e questa non è certo una novità, o no?
Come vedete una scelta diversa era possibile, per lo meno semplicemente rispettando il Diritto. D’ altra parte leggo però che secondo voi questo avrebbe significato mettere a repentaglio la “coesistenza pacifica”. Ma la coesistenza pacifica non vuol dire il tradimento totale della identità rivoluzionaria e nemmeno della solidarietà internazionalista con la lotta dei popoli contro l’imperialismo e il capitalismo internazionale.
Lenin diceva:”Il compito principale che noi oggi ci proponiamo è di combattere gli sfruttatori e di conquistare alla nostra causa gli esitanti. E’ questo un compito di importanza mondiale. Un buon numero di paesi capitalisti è esitante: come paesi capitalisti, essi ci odiano, come paesi oppressi, preferiscono vivere in pace con noi”. Questo dovrebbe essere il compito, attrarre gli Stati esitanti, non al contrario lasciarsi coinvolgere nei loro sistemi capitalisti di sfruttamento e oppressione dell’uomo sull’uomo…
Rispetto al fatto di utilizzare il Venezuela come “territorio di transito”, noi militanti antifascisti, bolivariani, compagni internazionalisti, colleghi e amici di Joaquín, solidali con la lotta di liberazione del popolo colombiano così come con quella di tutti i popoli oppressi, non abbiamo mai considerato il Venezuela “territorio di transito”. Al contrario consideravamo il Venezuela terra dove poter seminare insieme al Comandante Hugo Chávez il germe del socialismo, dove poter lavorare e collaborare perché desse i suoi frutti migliori.
E’ vero che consideravamo il Venezuela “base operativa”, ma non come erroneamente pensate voi, come base logistica di guerriglieri nemici, magari infiltrati che vogliono mettere i bastoni fra le ruote al governo.
Il Venezuela è per noi una fucina dove poter costruire e progettare la Patria Grande, dove poter costruire insieme al popolo venezuelano e con la guida del presidente Chávez una nuova speranza per la regione. Senza “danni collaterali” ma con coerenza e onestà.
Bisogna aggiungere inoltre che peggiori dell’arresto e della deportazione di Joaquín, se vogliamo, sono state le parole del Comandate Chávez, espresse dopo quasi una settimana di silenzio sull’ accaduto. Come avete fatto anche voi, Chávez si chiede: chi ha invitato Becera in Venezuela? Chi lo ha messo sull’ aereo? Cosa è andato a fare a Caracas? Soprattutto però ha accusato i militanti, i bolivariani, i compagni che altre volte hanno invitato Becerra in Venezuela a partecipare a dibattiti e incontri, i colleghi giornalisti che con lui condividono l’arduo compito di diffondere informazione sul terrorismo di Stato in Colombia e dei quali con orgoglio sento di far parte, di essere un “movimento infiltrato fino al midollo”. Scusate ma queste accuse sono dirette in prima persona a tutti noi e non posso accettarlo.
E l’infamia racchiusa in queste parole proprio voi, compagni e compagne dei CARC dovreste conoscerla molto bene. Proprio voi che per esempio a Roma avete subito in passato, in qualche occasione l’accusa infamante di essere un movimento politico “chiacchierato” . Falsa accusa dalla quale la sottoscritta, per inciso, vi ha sempre difeso. Falsa accusa che continua ad accompagnare ancora oggi per esempio le vecchie Brigate Rosse (e altre formazioni rivoluzionarie).
Inoltre, e concludo, è nota la persecuzione e la repressione che hanno subito e subiscono ancora oggi molti compagni e compagne dei CARC. Voi stessi state diffondendo da tempo
un appello alla solidarietà verso alcuni compagni del partito e contro la persecuzione dei comunisti. Sappiamo che sono vari i procedimenti aperti contro leader e militanti del partito dei CARC accusati a più riprese di essere “fiancheggiatori” di questo o quel movimento armato o di “associazione sovversiva”. Tutte accuse che come sappiamo si sono dimostrate false per mancanza di prove ma che comunque hanno avuto ed hanno un altissimo costo in termini di criminalizzazione e di repressione dell’agire politico.
Questo per dirvi che non è azzardato ipotizzare che quello che è accaduto a Joaquín, ai guerriglieri ELN e FARC, ai militanti baschi espulsi dal Venezuela, un giorno non possa accadere a qualcuno di noi.
Solo la solidarietà tra militanti comunisti può essere il vero antidoto alla violenza e al terrorismo di Stato, ma anche un deterrente all’ avanzata dell’ imperialismo criminale e del capitalismo disumano.
Annalisa Meandri
Santo Domingo, 20 maggio 2010
di seguito il loro comunicato:
10/05/2011
Partito dei Comitati di Appoggio alla Resistenza — per il Comunismo (P-CARC)
Direzione Nazionale — Settore delle Relazioni Internazionali
Sede: Via Tanaro, 7 — 20128 Milano — Tel/Fax 02.26306454
e-mail: resistenzacarcit – sito: www.carc.it
Il caso di Joaquin Perez Becerra
Le Autorità del Venezuela il 23 aprile hanno arrestato all’aeroporto di Caracas Joaquin Perez Becerra e il 25 aprile lo hanno consegnato alle Autorità della Colombia. È come se avessero consegnato un palestinese a Israele, visto il ruolo che lo Stato della Colombia ha in America Latina al servizio dell’imperialismo USA e delle classi reazionarie. Da qui una campagna di denuncia di Chavez come traditore della rivoluzione e una campagna che rafforza la denuncia (già ampiamente diffusa) di Chavez e dei suoi seguaci come falsi rivoluzionari.
Il Partito dei CARC ha preso posizione rispetto alla questione, aderendo a una nota critica rivolta al presidente del Venezuela Chavez propostaci dalla compagna Annalisa Melandri, con cui compagne del Partito hanno preso parte alla Conferenza Mondiale delle Donne tenutasi a marzo in Venezuela. La critica al governo venezuelano esprime la profonda amarezza della compagna di fronte all’accaduto.
Di seguito però nel Partito si è sviluppata una discussione, che ha spinto compagni e compagne a prestare maggiore attenzione alla vicenda, ai fini di sviluppare l’analisi concreta della situazione concreta, che è l’anima del marxismo, con lo strumento della dialettica, che insegna a considerare ogni fatto e avvenimento nel contesto suo proprio: i suoi legami con le altri parti del contesto.
La dialettica insegna a considerare tutti (almeno i principali) aspetti di ogni fatto, avvenimento e cosa.
I comunisti sono materialisti dialettici.
I comunisti sono l’avanguardia della lotta contro il capitalismo; essi si distinguono tra gli altri rivoluzionari perché hanno una comprensione più avanzata delle condizioni, delle forme e dei risultati della lotta di classe e su questa base la spingono sempre in avanti.
Questi sono i principali principi e criteri che dobbiamo tenere presente per esaminare il caso in questione e decidere come agire.
Sulla base di questi principi e criteri esponiamo gli avvenimenti e la riflessione su di essi, tenuto conto del fatto, a cui non possiamo ovviare di colpo, della nostra scarsa conoscenza diretta delle cose e dei pochi o nessun rapporto diretto che abbiamo con i protagonisti della vicenda.
Indiscutibili sono il ruolo reazionario dello Stato della Colombia e la campagna contro Chavez condotta dagli imperialisti USA e dallo Stato della Colombia. In questa campagna Chavez è sulla difensiva: si difende dall’accusa di sostenere le FARC, sostiene che le Autorità del Venezuela non intervengono negli affari interni della Colombia, cerca di ottenere che le Autorità della Colombia (e gli imperialisti USA) non intervengano negli affari interni del Venezuela (lotta per la coesistenza pacifica): su questa linea cerca di unire forze e isolare la destra.
Le Autorità del Venezuela hanno una posizione difensiva nello scontro con le Autorità della Colombia e con l’imperialismo USA che le guida, protegge, foraggia e usa. Ma non è questa attitudine difensiva (corrisponde o no ai rapporti di forza che Chavez non è in grado di rovesciare di colpo e con le sue sole forze o è frutto di arretratezza, di opportunismo, di cedimento, di collaborazione nascosta?) che gli accusatori di Chavez mettono ora in questione.
In questo contesto Joaquin Perez Becerra, ricercato pubblicamente dallo Stato della Colombia, sbarca a Caracas.
Non risulta che c’era un accordo preliminare tra Joaquin Perez Becerra e le Autorità del Venezuela secondo il quale queste gli avrebbero accordato protezione. Qualcuno sostiene che c’era?
Perché Joaquin Perez Becerra è sbarcato a Caracas? È sbarcato clandestinamente o pubblicamente?
Di certo le Autorità della Colombia erano a conoscenza del suo arrivo.
Lo sbarco di Joaquin Perez Becerra a Caracas metteva in difficoltà le Autorità del Venezuela. Se lo consegnavano alle Autorità della Colombia, si esponevano all’accusa di tradimento della rivoluzione con l’indebolimento delle forze che questa accusa comporta. Se non lo consegnavano alle Autorità della Colombia, indebolivano la loro lotta per costringere le Autorità della Colombia alla coesistenza pacifica e dovevano inoltre farsi carico di una questione che veniva loro imposta (trattare loro il caso di Joaquin Perez Becerra dal punto di vista di principi, leggi e trattati).
Lo sbarco di Joaquin Perez Becerra a Caracas è stato una mossa sbagliata (avventata) o una provocazione concordata con le Autorità della Colombia.
Quando un paese è nella situazione difensiva in cui si trova il Venezuela, i rivoluzionari nelle loro attività devono badare a non creare difficoltà (non usare il Venezuela come base operativa o come territorio di transito, salvo accordo con le Autorità del Venezuela). Se non possono fare a meno di farlo, devono essere disposti ad affrontare (e mettere in conto) le conseguenze dei loro eventuali errori. Certamente non possono pretendere di dettare loro la condotta e di imporre loro il calendario e l’ordine del giorno alle Autorità del Venezuela. Se le Autorità del Venezuela accettassero simile imposizione, si metterebbero alla mercé di ogni nemico, di ogni provocatore, di ogni sprovveduto: dimostrerebbero nella pratica di non essere all’altezza del compito che proclamano di voler assolvere.
Joaquin Perez Becerra non può pretendere dalle Autorità del Venezuela quello che esse non avevano promesso. Il dovere di un rivoluzionario nelle sue condizioni è difendere le Autorità del Venezuela da ogni accusa e denunciare le Autorità della Colombia e l’imperialismo USA di avergli teso un’imboscata per mettere in difficoltà le Autorità del Venezuela.
Quelli che, dalla mossa sbagliata (avventata) o provocazione concordata con le Autorità della Colombia che porta il nome di Joaquin Perez Becerra, tirano pretesto per condurre una campagna contro Chavez e le Autorità del Venezuela, sono una nebulosa di organismi e personalità. Ognuno di essi è mosso da motivi suoi propri e persegue obiettivi suoi propri. È impossibile e quindi sbagliato dare di essi uno stesso giudizio e assumere nei confronti di ognuno di essi la stessa condotta. Dobbiamo regolarci caso per caso, sulla base dell’analisi concreta della situazione concreta, dei nostri principi e di nostri obiettivi.
Noi comunisti opponiamo alla loro campagna le ragioni che abbiamo esposto. Ognuno di essi è quindi in condizioni di pronunciarsi sui principi e sui criteri che ci guidano, se vuol avere un rapporto di unità con noi. Noi ci pronunceremo sui principi e i criteri che guidano la condotta di quelli tra loro che li enunceranno chiaramente.
I popoli, i gruppi e le persone che lottano contro il sistema imperialista mondiale si trovano attualmente di fronte a grandi difficoltà e nello stesso tempo a grandi possibilità di decisivo successo. Assumersi responsabilità, regolare in ogni caso la propria condotta secondo principi e criteri giusti e adeguati al fatto concreto, non agire alla cieca e non cadere in trappole e provocazioni, non regolarsi secondo il senso comune e la cultura della classe dominante, non cedere alle campagne di disinformazione e alle campagne di intossicazione dell’opinione, mantenere e allargare l’unità ed elevare il livello delle forze rivoluzionarie, unire tutto quello che può essere unito e concentrare di volta in volta l’attacco contro il nemico principale, distinguere i nemici dagli amici, le contraddizioni tra noi e il nemico dalle contraddizioni in seno al popolo sono condizioni per avanzare con vigore verso la vittoria.
Caso Becerra: porqué renuncio a la redacción de la revista ALBAinformazione
“La solidaridad con el movimiento revolucionario puede ser tomada como pretexto, pero nunca será la causa de las agresiones yanquis. Negar la solidaridad para negar el pretexto es ridícula política de avestruz, que nada tiene que ver con el carácter internacionalista de las revoluciones sociales contemporáneas. Dejar de solidarizarse con el movimiento revolucionario no es negarle un pretexto sino solidarizarse de hecho con el imperialismo yanqui y su política de dominio y esclavización del mundo.” (Fidel Castro Ruiz)
Estimados amigos y colegas, esta nota para informarles de haber decidido, después de un momento de reflexión, dejar la redacción de la revista ALBAinformazione.
Esta decisión no ha sido ciertamente fácil y su motivación está relacionada a cuanto ocurrido al camarada y periodista Joaquín Becerra, editor de la agencia de comunicación ANCOLL y miembro fundador de la Agencia Bolivariana de Comunicadores (ABC).
Su detención, en el día 23 de abril por el gobierno venezolano y la posterior deportación después de dos días en Colombia, efectuada en violación del Derecho Nacional e Internacional, me han herido profundamente como militante anti imperialista y antifascista, como activista por la defensa de los derechos humanos, como internacionalista, pero sobre todo como persona que ha sido siempre solidaria con la Revolución Bolivariana con el proceso político en marcha en Venezuela que tiene en el presidente Hugo Chávez su promotor y alma y hacia quien, por esta razón, todos tenemos una deuda moral innegable.
Además de eso, dos acontecimientos que considero hasta más graves de la deportación de Joaquín, han concurrido a confirmar esta decisión. Primero, la declaración del presidente Chávez quien dijo que nosotros que apoyamos Joaquín somos un “movimiento infiltrado hasta la medula” y que lo “sembramos en Venezuela como una papa caliente”. Esto es simplemente ofensivo e inaceptable y no hay que añadirle más comentarios que no sea el de relevar de que se trata de afirmaciones completamente gratuitas. Segundo, los graves hechos de censura ocurridos en el canal TeleSUR y la destitución de la presidenta de la Radio del Sur Cristina Gonzáles por parte del ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Andrés Izarra. Radio del Sur fue entre los medios independientes que han apoyado Joaquín y han dado cobertura a las protestas contra la decisión del gobierno.
Lamentablemente las mismas posturas del gobierno de Chávez hacia Joaquín, o sea tildarlo de “papa caliente” o revolucionario irresponsable si no infiltrado, o casi considerarlo como un daño colateral necesario para que el proceso revolucionario pueda seguir su misión, las he relevado en varias discusiones de estos días entre los mismos integrantes de la redacción de la revista. Aunque con muchos de ellos me une amistad y compromiso revolucionario, no puedo dejar de sentir estas acusaciones como si fueran dirigidas contra mi misma u otros estimados amigos, camaradas y periodistas que están en serio riesgo de que le pase lo mismo que a Joaquín.
Mi compromiso, aunque mínimo, en la redacción de la revista ALBAinformazione (a la que estaba dedicada también una sección especial en mi pagina web), lo he asumido desde el principio como la manera con que poder expresar prácticamente el internacionalismo militante, que creo sea también una de las formas con que se manifiesta la solidaridad como “ternura de los pueblos”.
Estaba convencida de que, en el caso de Venezuela, propio por su gobierno que siempre he considerado “amigo”, estar en la redacción de la revista era también la forma con la cual poder conjugar además de la solidaridad con las luchas de los pueblos, también la solidaridad hacia un gobierno que propio estas luchas afirma de querer defender contra el capitalismo y el imperialismo, pero sobre todo contra las poderosas oligarquías de los países latinoamericanos todavía serviles a los Estados Unidos y Europa.
La solidaridad con el gobierno venezolano me parecía tan debida y tan necesaria propio porqué por estas posiciones y por las reformas sociales, importantes que estaba actuando en el país se encontraba continuamente bajo amenaza desde varios lados, no ultimo el militar, que se podía desplegar desde las bases norteamericanas situadas en la cercana Colombia.
Venezuela, representa para muchos de nosotros la esperanza de la realización del gran sueño de Simón Bolívar, la integración latinoamericana, la construcción de la Patria Grande; una oasis de resistencia y creatividad política y humana en el Sur del mundo contra la prepotencia y el predominio económico pero también cultural del Norte.
Por lo tanto, considero la deportación en Colombia de Joaquín Pérez Becerra una gravísima injusticia (sobre todo porque cometida en violación de la Convención de Ginebra de 1951 que prohíbe la entrega de una persona que goza de asilo político en el país desde donde esta persona tuvo que huir), pero también y sobre todo me parece una injusticia desde un punto de vista humano y revolucionario.
Entregar un hombre en las manos de sus verdugos seguramente no es revolucionario, pero sobre todo no es ético y no es civil.
Joaquín, recuerdo, se vio obligado a huir propio de Colombia hace muchos años, para no convertirse en otro número de los más de 4000 muertos del genocidio político de la Unión Patriótica conocido con el macabro nombre de Baile Rojo. Antes de llegar a Suecia, que le concedió el estatus de refugiado político, los paramilitares y el ejército colombiano le habían secuestrado y matado a su primera esposa.
Quisiera decirle al presidente Chávez che incluso la reaccionaria Italia berlusconiana ha negado la entrega solo hace unos meses del líder del PKK de nacionalidad holandesa, detenido en su territorio, a Turquía que pedía su extradición.
Otra elección es siempre posible. Siempre hay una salida digna cuando no se quiere poner por encima de todo y todos la razón de Estado, este “monstruo canceroso que todo lo devora” como escribió recientemente el intelectual argentino Néstor Kohan respecto a este tema.
No, presidente Chávez, camaradas y amigos de la redacción, no se molesten, pero no puedo aceptar en silencio esta injusticia y también no puedo aceptar en silencio la acusación que se nos hace de ser un movimiento infiltrado “hasta la medula”. Esta acusación golpea en manera baja e infamante muchas personas, movimientos sociales y políticos cercanos y con quienes solidarizo.
Joaquín no es un terrorista como nosotros no somos infiltrados ni por la CIA ni por el DAS. No quiero poner en dificultad a nadie, en lo contrario siempre hemos defendido el proceso actual en Venezuela y lo seguiremos haciendo.
Joaquín Becerra ha sido invitado varias veces a Caracas para dar conferencias, debates y encuentros. En una de estas reuniones publicas nació la Agencia Bolivariana de Comunicadores (ABC) de la que él fue miembro fundador, a la que también pertenece mi pagina web, y que quiere ser un espacio comunicacional para dar voz a nuevas experiencias de construcción del socialismo en Venezuela, a las luchas del pueblo colombiano, a las noticias ocultadas por los medios capitalistas, a las luchas de liberación de los pueblos de otros países, como el palestino y el libio por ejemplo.
Puedo entender entonces muy bien y no me quedo indiferente frente a ellas, las muchas señales de inquietud, confusión, desorientación y rabia que recibo todos los días de parte de amigos, colegas y compañeros de Joaquín, propio porque en ellas se reflejan mis mismas preocupaciones y mi mismo extravío.
Extravío que nace de la sensación que desde hace algún tiempo las cosas han cambiado en Venezuela sobre todo respecto a las relaciones con la cercana Colombia. No entiendo y no acepto pero como se pueda lograr esto sacrificando ideales, pero sobretodo personas. Y aquí la victima sacrificial es un camarada, un periodista y un militante quien siempre ha defendido sin vacilación, la Revolución bolivariana de cualquier ataque, no solamente los que llegaban desde los Estados Unidos sino también desde las poderosas oligarquías latinoamericanas, desde los grupos empresariales vinculados a las fuerzas conservadoras europeas, desde los monopolios de la información mainstream.
Es por lo tanto, respecto al “nuevo curso” que ha tomado el gobierno venezolano hacia la solidaridad revolucionaria, que necesito reflexionar con calma y objetividad.
Hace tres años el presidente Chávez hablaba frente a la Asamblea Nacional en estos términos: “las FARC y el ELN son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político y bolivariano que aquí es respetado”.
Mientras ahora a la ligera son entregados en las manos del gobierno colombiano miembros de la guerrilla o periodistas que son paragonados a terroristas como Chávez Abarca, acusado de ser el principal ejecutor material e intelectual de algunos de los más graves atentados terroristas en Cuba. O internacionalistas vascos como Walter Wendelin son expulsados del país sin ninguna razón.
Sabemos que este “nuevo curso” no ha tenido inicio con lo ocurrido a Joaquín y espero que no sean verdaderas las declaraciones como la que ha hecho al diario colombiano El Tiempo el ministro de Defensa de Colombia Rodrigo Rivera, que dice que para destruir las FARC hay que “cerrar cualquier posibilidad de lo que se llama salida política a esta confrontación” y que eso se logra “por el camino de la cooperación internacional… El caso de Joaquín Pérez es verdaderamente rutilante… La inteligencia de la Policía…logra establecer que viajaría a Venezuela. Y de forma resuelta, sin vacilaciones, el gobierno de Venezuela, en un tema coordinado con el presidente Chávez directamente, nos ha respondido enviándolo a Colombia. Y nos han dicho que frente a cualquier información como esta que les demos, ellos van a responder de la misma manera”.
Me gustaría obtener respuestas de parte del gobierno venezolano respecto a declaraciones alarmantes de este tipo. ¿Significa acaso que en futuro, cada vez que Colombia pida a Venezuela un militante, un refugiado político, un periodista (tal vez sobre la base de acusaciones inventadas como las que sacan de la computadora de Raúl Reyes), Venezuela procederá de oficio?
Siento la necesidad de apoyar el proceso revolucionario en Venezuela pero desde una perspectiva más apartada pero no menos solidaria.
Siento que no puedo seguir dando mi aporte a una revista que nació como forma de apoyo internacionalista e intelectual a un gobierno que se dice revolucionario y socialista pero que no duda en entregar en manos de sus verdugos una potencial víctima.
Además de la posibilidad de ser solidaria a un gobierno a cualquier condición y a cualquier costo, hasta a precio de la vida y de la solidaridad de un compañero, siento que tengo la posibilidad y el deber de hacerlo con quienes luchan desde abajo con tenacidad, a veces con dolor, pero que no se doblegan a juegos de poder.
La Revolución bolivariana, ese magnífico proyecto político que nos hace esperar en una América latina capaz de salir a cabeza alta con dignidad de las infamias del pasado de las dictaduras y de los crimines contra la humanidad, está hecha no solamente por el gobierno, sino también por muchos colectivos, personas y fuerzas políticas que sin vacilación, siguen luchando a cabeza alta contra el capitalismo internacional, contra el imperialismo de diferente color y bandera, contra la prevaricación del mas débil sobre el más fuerte.
Seguiré a sustentar y a defender este proyecto común y la esperanza que representa, desde esta postura.
“No existen poderes buenos” decía una celebre canción del cantor italiano Fabrizio De Andrè. Tal vez tenía razón…
Annalisa Melandri
Republica Dominicana, 22 mayo 2011
Caso Becerra: perché rinuncio a far parte della redazione della rivista ALBAinformazione
“La solidarietà con il movimento rivoluzionario può essere presa come pretesto, ma non sarà mai la causa delle aggressioni yankee. Negare la solidarietà per negare il pretesto è una ridicola politica da struzzi, che nulla ha a che vedere con il carattere internazionalista delle rivoluzioni sociali contemporanee. Smettere di solidarizzare con il movimento rivoluzionario non è negargli un pretesto ma solidarizzare di fatto con l’imperialismo yankee e la loro politica di dominio e schiavizzazione del mondo”. (Fidel Castro Ruiz)
Cari amici e colleghi, la presente per comunicarvi di aver deciso, dopo un difficile momento di riflessione, di rinunciare a far parte della redazione della rivista ALBAinformazione.
Tale decisione, sicuramente non facile, nasce per quanto accaduto al compagno e giornalista, Joaquín Pérez Becera, direttore della rivista ANCOLL e tra i fondatori dell’ Agenzia Bolivariana di Comunicatori (ABC).
Il suo arresto, il 23 aprile scorso, da parte del governo venezuelano e la successiva deportazione due giorni dopo in Colombia, avvenuta violando il Diritto Nazionale e Internazionale, mi hanno profondamente ferita, come militante anti-imperialista e antifascista, come attivista per la difesa dei diritti umani, come internazionalista ma soprattutto come persona sempre solidale verso la Rivoluzione bolivariana, il processo politico in corso in Venezuela di cui il presidente Chávez è promotore e anima e verso il quale proprio per questo, tutti noi abbiamo un debito morale innegabile ma anche aspettative significative.
Oltre a questo, sono avvenuti altri fatti che considero forse anche più gravi dell’arresto e della detenzione di Joaquín e che hanno fatto in modo che confermassi la mia decisione. Il primo, la dichiarazione del presidente Chávez che ha detto che tutti noi che appoggiamo Joaquín siamo un “movimento infiltrato fino al midollo” e che lo abbiamo “seminato in Venezuela come una patata bollente”. Questo è semplicemente offensivo e inaccettabile e non c’ è altro da aggiungere se non che si tratta di affermazioni completamente gratuite. Secondo, i gravi fatti di censura avvenuti in TeleSUR e la destituzione del presidente della Radio del Sur Cristina Gonzáles da parte del ministro del Potere Popolare per la Comunicazione e Informazione, Andrés Izarra. Radio del Sur è stata tra i mezzi di comunicazione indipendenti che hanno appoggiato Joaquín e hanno dato copertura alle proteste contro la decisione del governo.
Purtroppo le stesse posizioni del governo di Chávez verso Joaquín, e cioè il qualificarlo come “patata bollente” o rivoluzionario irresponsabile, se non infiltrato, o quasi considerandolo un danno collaterale necessario per il proseguimento del processo rivoluzionario, le ho rilevate in varia misura in questi giorni tra gli stessi membri della redazione della rivista. Anche se a molti di loro mi unisce amicizia e impegno rivoluzionario, non posso non sentire queste accuse come se fossero dirette contro me stessa o contro altri amici, compagni e giornalisti che si trovano in serio rischio che accada loro quanto accaduto a Joaquín.
Il mio se pur minimo impegno nella redazione della rivista ALBAinformazione, (alla quale era dedicata anche una apposita sezione nel mio sito personale), l’ho inteso fin dall’ inizio come forma con la quale poter esprimere praticamente quell’ internazionalismo militante, che credo sia anche una delle forme con le quali si manifesta la solidarietà sentita come “tenerezza dei popoli”.
Ero convinta che, nel caso del Venezuela e di quel governo che ho sempre considerato “amico”, questa fosse anche la forma con la quale poter coniugare oltre alla solidarietà ai popoli in lotta, quella verso un governo che proprio quelle lotte afferma di voler difendere e proteggere contro il capitalismo e l’ imperialismo, ma soprattutto contro le potenti oligarchie dei paesi latinoamericani ancora asservite agli Stati Uniti e all’ Europa.
La solidarietà al governo venezuelano mi sembra un atto dovuto e necessario proprio perché per queste sue posizioni e per le riforme sociali importanti, che sta attuando nel paese, si trova continuamente sotto attacco da più fronti, non ultimo quello della minaccia di aggressione militare che gli Stati Uniti possono dispiegare proprio dalle loro basi situate in Colombia.
Il Venezuela rappresenta per molti di noi la speranza per la realizzazione del sogno grande di Simón Bolívar, l’ integrazione latinoamericana, la costruzione della Patria Grande; un’ oasi di resistenza e creatività politica e umana nel Sud del mondo contro la prepotenza e il predominio economico ma anche culturale del Nord.
Per tutto ciò considero la deportazione in Colombia di Joaquin Perez Becerra una gravissima ingiustizia, sia dal punto di vista giuridico, (contraria alla Convenzione di Ginevra del 1951 che proibisce la consegna di una persona che gode di asilo politico al paese dal quale tale persona è dovuta fuggire), ma anche e soprattutto un atto contrario ai principi della solidarietà rivoluzionaria. Infine, consegnare un uomo nelle mani dei suoi carnefici non e’ etico e non e’ civile.
Joaquin, è stato costretto a fuggire dalla Colombia molti anni fa, per non diventare un numero in più degli oltre 4000 morti del genocidio politico della Unión Patriótica, conosciuto con il macabro nome di Baile Rojo. Prima di trovare rifugio in Svezia, paese che gli ha concesso poi lo status di rifugiato politico, i paramilitari e l’esercito colombiano sequestrarono e ammazzarono la sua prima moglie.
Vorrei far presente al presidente Chávez che perfino l’attuale governo reazionario dell’ Italia, si è rifiutato appena qualche mese fa di consegnare nelle mani della Turchia, che ne reclamava l’estradizione, un leader del PKK-KURDO arrestato nel proprio territorio, di nazionalità olandese.
Un’ altra scelta è sempre possibile. Esiste sempre una via d’uscita diversa dalla ragion di Stato, “spaventoso cancro che tutto divora”, come ha recentemente scritto l’intellettuale argentino Néstor Kohan proprio rispetto a questa vicenda.
No, presidente Chávez, compagni e colleghi di redazione, non me ne vogliate, ma io non me la sento di avallare questa ingiustizia in silenzio, come non me la sento di accettare in silenzio le accuse che ci sono state mosse di “ essere un movimento infiltrato fino al midollo”. Questa accusa colpisce in modo basso e infamante tante persone, movimenti sociali e politici ai quali sono vicina e con i quali sono solidale.
Joaquín non è un terrorista come noi non siamo infiltrati né dalla CIA né tanto meno dal DAS (i servizi segreti colombiani). Non vogliamo mettere in difficoltà nessuno, al contrario abbiamo sempre difeso il processo in corso in Venezuela e lo continueremo a fare.
Joaquín Becerra è stato invitato tante volte a Caracas per tenere conferenze, dibattiti e incontri. Proprio da uno di questi incontri pubblici è nata la Agencia Bolivariana de Comunicadores (ABC) della quale lui è stato uno dei fondatori, della quale fa parte anche il mio sito e che voleva essere uno spazio comunicazionale che desse voce alle nuove esperienze di costruzione del socialismo in Venezuela, alle lotte del popolo colombiano, alle notizie occultate dai media capitalisti, alle lotte di liberazione dei popoli di altri paesi, come per esempio quello palestinese e libico.
Capisco quindi e non sono indifferente ai tanti segnali di inquietudine, smarrimento, disorientamento e rabbia che quotidianamente mi giungono da amici, colleghi e compagni di Joaquín, proprio perché in quei segnali si riflettono le mie inquietudini e il mio smarrimento.
Smarrimento che nasce anche dalla sensazione che da tempo qualcosa stia cambiando in Venezuela, soprattutto rispetto alle relazioni con la vicina Colombia.
Non accetto però che questo venga fatto sacrificando ideali, e soprattutto persone. Qui la vittima sacrificale è un compagno, un giornalista e un militante che ha sempre difeso la Rivoluzione bolivariana dagli attacchi statunitensi, dalle potenti oligarchie latinoamericane, dai gruppi imprenditoriali legati alle forze conservatrici europee, dai monopoli della comunicazione mainstream.
E’ pertanto sul “nuovo corso” del governo venezuelano rispetto alla solidarietà rivoluzionaria che ho bisogno di riflettere con calma e obiettività.
Soltanto un paio di anni fa il presidente Chávez di fronte all’ Assemblea Nazionale parlava in questi termini : “Le FARC e l’ ELN sono forze insorgenti che hanno un progetto politico e bolivariano che qui rispettiamo.”
Adesso invece vengono consegnati nelle mani del governo colombiano membri della guerriglia o giornalisti come fossero criminali comuni e terroristi paragonandoli addirittura a terroristi veri come Chávez Abarca accusato di essere il mandante e l’esecutore materiale di alcuni dei più gravi attentati contro civili a Cuba. Oppure allo stesso modo espulsi internazionalisti baschi come Walter Wendelin.
Sappiamo che questo “nuovo corso” non è iniziato con la vicenda di Joaquín. Spero non corrisponda al vero quanto dichiarato dal ministro della Difesa della Colombia Rodrigo Rivera al quotidiano colombiano El Tiempo, e cioè che per distruggere le FARC bisogna chiudere “ogni possibilità alla soluzione politica al conflitto” e che questo si ottiene “attraverso la cooperazione internazionale”, aggiungendo che “il caso di Joaquín Pérez Becerra è illuminante … i servizi segreti della Polizia riescono a stabilire che lui andrà in Venezuela, e in forma sbrigativa, senza tentennamenti, ci hanno risposto mandandocelo in Colombia. E ci hanno detto che di fronte a qualsiasi informazione come questa che gli abbiamo dato, risponderanno nello stesso modo”.
Bene, vorremmo tutti avere delle risposte dal governo venezuelano rispetto a dichiarazioni inquietanti di questo tipo. Dobbiamo aspettarci che ogni volta che la Colombia richiede al Venezuela un militante, un rifugiato politico, un giornalista, magari sulla base di accuse costruite ad arte, magari tirate fuori dal “famoso” computer di Raúl Reyes, il Venezuela deporterà d’ ufficio?
Voglio continuare ad appoggiare il processo rivoluzionario in corso in Venezuela da una posizione più defilata, ma non meno solidale.
Non riesco più a dare il mio contributo a una rivista che è nata come forma di sostegno internazionalista e appoggio intellettuale a un governo che si dice rivoluzionario e socialista, ma che non esita a consegnare nelle mani dei suoi carnefici una potenziale vittima.
Oltre alla possibilità di rimanere solidali a un governo a qualsiasi condizione e a qualsiasi costo, anche a prezzo della vita e della sicurezza di un nostro compagno, sento di avere la possibilità e anche il dovere di farlo verso chi lotta dal basso, con tenacia e forse sofferenza e non si piega a giochi di potere e logiche di Stato.
La Rivoluzione bolivariana, quel magnifico progetto politico che fa sperare in una America latina capace di uscire a testa alta dalle infamie delle dittature del passato e dei crimini contro l’umanità, va oltre l’azione del governo, è attività dei tanti collettivi, tante persone e forze politiche che senza compromessi di sorta, continuano a lottare contro il capitalismo internazionale, contro l’imperialismo di ogni colore e bandiera, contro la prevaricazione del più forte sul più debole.
Continuerò a sostenere quel progetto comune e coltivare la speranza che esso rappresenta, al fianco di chi lotta dal basso.
“Non esistono poteri buoni”, diceva una celebre canzone di Fabrizio De Andrè. Forse aveva ragione…
Annalisa Melandri - www.annalisamelandri.it
Repubblica Dominicana, 22 maggio 2010
Rescatadas las computadoras de Osama Bin Laden
Roban la idea a los colegas del DAS ya que el truco les ha funcionado muy bien…
Los EEUU tiene computadoras dizque pertenecientes a Bin Laden. Al parecer han salido intactas al bombardeo, las han tirado por error al mar junto al cuerpo del terrorista pero han sido rescatadas del agua y hombres de INTERPOL y de la CIA aseguran que están perfectamente funcionantes.
En estos momentos los técnicos informáticos están revisando miles y miles y miles y miles y miles y miles … de correos. Osama guardaba todo, no borraba nada. Se sabe que él tanto cómo Raúl Reyes, el n. 2 de las FARC , eran coleccionistas de correos electrónicos.
Indiscreciones aseguran que hay nombres conocidos. Una agencia de prensa informa que por ejemplo se vocifera de Chávez hasta Gadafi, de Julian Assange hasta el mismo Obama, de Gandhi hasta Malcom X, de Mickey Mouse hasta Mafalda.
Tu también, si propio tu, no mires atrás… tu que estás leyendo esta líneas, un día quien sabe, no lo recuerdas, pero pudieras haber escrito algún correo a OSAMA … cuidado pues.…
La magia sigue…
La censura di Stato di TeleSUR sul caso Joaquín Pérez Becerra
E’ stato allegramente pubblicato un articolo veramente infamante da parte della redazione di TeleSUR sul caso del direttore dell’ agenzia ANNCOL, arrestato in Venezuela ed estradato in Colombia: o a TeleSUR hanno la memoria corta, oppure le direttive di governo sono più forti della necessaria solidarietà a un giornalista da sempre coerente con gli stessi ideali bolivariani di questa catena televisiva nata sei anni fa come mezzo di informazione rivoluzionario e come “progetto latinoamericano alternativo al neoliberalismo”.
Sembra che qualcosa sia andato perduto di quei valori originari nei pochi anni che sono trascorsi da quel 24 luglio 2005, quando nel 222° anniversario della nascita di Simón Bolívar, l’antenna televisiva iniziava a trasmettere il suo primo blocco informativo.
L’articolo al quale mi riferisco porta il titolo “Su Joaquín Pérez Becerra” ed è scritto da tal Iván Maíza (che né so chi è e nemmeno voglio saperlo) ed è il primo (e l’unico di opinione) che si trova su Google cercando TeleSUR+Joaquín Becerra. Le altre notizie pubblicate da TeleSUR sull’arresto all’aeroporto di Caracas e la successiva deportazione in Colombia del giornalista svedese sono di cronaca nuda e cruda.
Evidentemente la redazione di TeleSUR non ricorda più la solidarietà che molti militanti e “giornalisti terroristi” come ora chi chiamano, manifestammo quando nel mese di novembre del 2006, in Colombia il DAS arrestò il suo corrispondente Fredy Muñoz, accusandolo di essere membro delle FARC.
L’allora direttore dell’antenna televisiva, Andrés Izarra, attuale ministro della Comunicazione e Informazione, in quella circostanza dichiarò molto preoccupato: “la vita di Muñoz è in pericolo”. Aveva ragione. La Colombia non è un paese sicuro per i giornalisti che denunciano l’imperante terrorismo di Stato promosso dal suo governo e apparati di sicurezza.
La Colombia però, e questo la redazione di TeleSUR dovrebbe saperlo molto bene, non è un paese sicuro nemmeno per Joaquín Pérez Becera, a maggior ragione non lo è per lui, nato là, ex consigliere comunale del partito Unión Patriotíca, che a seguito delle minacce ricevute, circa 20 anni fa dovette abbandonare il paese per non diventare un numero in più degli oltre 4000 militanti di quel movimento politico assassinati in pochi anni dai paramilitari e dall’ esercito colombiano. In quel genocidio politico conosciuto con il macabro nome di Baile Rojo (Danza Rossa) sequestrarono e uccisero anche la sua prima moglie.
Joaquín quindi cercò rifugio in Svezia e in questo paese europeo ottenne asilo politico e cittadinanza.
Nonostante questa storia, le autorità del Venezuela lo hanno arrestato, deportato e consegnato nelle mani del presidente colombiano Manuel Santos (ex ministro della difesa del governo Uribe) senza battere ciglio, dopo la telefonata ricevuta da Chávez con la quale il suo omologo colombiano gli chiedeva il favore.
TeleSUR quindi oltre a non preoccuparsi della sicurezza di Joaquín Pérez Becera, pubblica anche articoli offensivi e denigranti su di lui.
Conoscendo il percorso umano e politico del giornalista svedese, che abbiamo appena raccontato, leggere le infamanti domande (non dimentichiamolo! pubblicate come opinione sulla pagina di TeleSUR e non su qualsiasi piccolo blog) che pone il tal Maíza, autore dell’articolo, non possiamo non riflettere sul nuovo corso intrapreso dalla Rivoluzione Bolivariana: “Chi ha fatto salire in questo momento Joaquín sull’aereo? Chi lo ha venduto per mettere la Rivoluzione Bolivariana a rischio di perdere il suo ordine strategico?… ci sono settori nella sinistra rivoluzionaria che ricevono ordini dal DAS?”
Questo si può leggere nella pagina di una catena televisiva che pretende di essere alternativa oltre che rivoluzionaria, che vuole dare la voce ai senza voce… Che pretende di rappresentare un governo rivoluzionario, bolivariano…
Ma non basta. La cosa peggiore è che l’ex presidente di TeleSUR, Andrés Izarra, dal suo terzo incarico come ministro della Comunicazione e dell’Informazione, fa del sabotaggio perfino sulla copertura informativa rispetto alle giuste proteste che il governo sta ricevendo in questi giorni per la deportazione di Joaquín Becerra.
Ieri a Caracas, di fronte al ministero degli Esteri, dove centinaia di rappresentanti dei movimenti sociali e organizzazioni politiche si erano riuniti per chiedere al governo spiegazioni su quanto accaduto, oltre al fatto che i giornalisti di TeleSUR non erano presenti (ricevono precise disposizioni dal ministero della Comunicazione, MINCI) non lo erano nemmeno quelli dei maggiori mezzi di informazione del paese. I pochi alternativi che hanno coperto le proteste come l’Agencia Bolivariana de Prensa (sarà una casualità ma la pagina ABP oggi non funziona), Radio del Sur, Avila TV, Catia TV, Tribuna Popular, ALBATV, lo hanno fatto “contravvenendo l’orientamento generale dato dal ministero della Comunicazione”.
Fonti venezuelane presenti hanno commentato che lo stesso Izarra stava realizzando varie chiamate telefoniche minacciando e insultando i giornalisti per la copertura che stavano dando alla mobilitazione.
Tornano allora alla mente le dichiarazioni che faceva in una intervista due anni fa Aram Aharonian, importante giornalista uruguayano, uno dei fondatori ed ex direttore di TeleSUR, allontanatosi dalla televisione per “differenze politiche ed anche etiche” : “TeleSUR è occupata da inetti, controrivoluzionari nel più ampio senso della parola: gente che recita slogan per sembrare rivoluzionaria ma che non ha la minima idea di cosa voglia dire”. Le sue accuse, che allora apparivano gravi e pesanti, erano rivolte a Izarra. Ora sono invece confermate sicuramente dai fatti.
Annalisa Melandri — www.annalisamelandri.it
Certo bisogna farne di strada/da una ginnastica d’obbedienza
fino ad un gesto molto più umano/che ti dia il senso della violenza
però bisogna farne altrettanta /per diventare così coglioni
da non riuscire più a capire/che non ci sono poteri buoni.
(Fabrizio De Andrè)
La censura de Estado de TeleSUR sobre el caso de Joaquín Pérez Becerra
Se ha publicado alegremente un artículo infame por la redacción de TeleSUR: o tienen memoria muy corta o las directivas de gobierno son más fuertes que la necesaria solidaridad a un periodista comprometido con los mismos valores e ideales bolivarianos de esta cadena televisiva que nació hace seis años para ser un medio revolucionario y un “proyecto latinoamericano alternativo al neoliberalismo”.
Parece que algo se haya perdido de los valores originarios en el transcurso de estos pocos años, desde aquel 24 de julio de 2005 cuando en el 222 aniversario del nacimiento de Simón Bolívar, la antena TeleSUR empezaba a transmitir su primer bloque de informaciones.
El artículo al que me refiero se titula “Acerca de Joaquín Pérez Becerra” y está escrito por tal Ivan Maíza (que ni se quien es y ni voy a averiguarlo) y es el primero (y el único de opinión) que se encuentra en Google buscando TeleSUR+Joaquín Becerra. Las otras noticias publicadas por TeleSUR respecto a la detención en el aeropuerto de Caracas y a la siguiente deportación a Colombia del periodista sueco director de la agencia ANNCOL, son de pura crónica pelada, monda y lironda.
Evidentemente en la redacción de TeleSUR ya no recuerdan la solidaridad que muchos militantes y “periodistas terroristas” como ahora está de costumbre llamarnos, les brindamos cuando en el mes de noviembre de 2006 en Colombia el DAS detuvo el corresponsal de ellos, Fredy Muñoz, acusándolo de ser miembro de las FARC.
El entonces director de la antena televisiva, Andrés Izarra (actual ministro de la Comunicación y la Información), declaró en aquellas circunstancias muy preocupado: “la vida de Muñoz corre peligro”. Tenía razón. Colombia no es un país seguro para los periodistas que denuncian el imperante terrorismo de Estado promovido por sus gobiernos y sus órganos de seguridad.
Pero Colombia, y eso la redacción de TeleSUR debería saberlo muy bien, no es un país seguro tampoco para Joaquín Pérez Becerra, con mayor razón para este hombre, nacido allá, ex concejal del partido Unión Patriótica, que hace 20 años tuvo que huir de su país para no ser un numero más de los casi 4000 militantes de esta fuerza política asesinados en pocos años por los paramilitares y las fuerzas de seguridad colombianas.
Joaquín tuvo que buscar refugio en Suecia después del secuestro y homicidio de su primera esposa, una víctima más de aquel genocidio político que llevó el nombre macabro de Baile Rojo. Allá obtuvo estatus de refugiado político y la ciudadanía sueca.
No obstante esta historia, las autoridades de Venezuela lo ha detenido, deportado y entregado en las manos del presidente colombiano Manuel Santos (ex ministro de defensa en el gobierno de Uribe) sin pestañear, después de haber recibido Hugo Chávez una llamada telefónica de parte de su homologo colombiano pidiéndole el favor.
TeleSUR entonces no se preocupa por la seguridad de Joaquín Becerra pero además de eso publica artículos ofensivos y denigrantes.
Conociendo la trayectoria humana y política del periodista sueco, que acabamos de contar, leer las infamantes preguntas, (¡no olvidémoslo! publicadas como opinión en la página de TeleSUR y no en cualquier bloguesito) que hace el tal Ivan Maíza, autor del artículo, no se puede no reflexionar seriamente sobre el nuevo rumbo tomado por la Revolución Bolivariana: “¿Quién montó en este momento a Joaquín en ese avión? ¿Quién lo vendió para poner a la Revolución Bolivariana en riesgo de perder su ordenamiento estratégico?… ¿hay sectores en la izquierda revolucionaria que reciben órdenes del DAS?”
Eso se lee en la página de una cadena televisiva que pretende ser alternativa y además revolucionaria, que pretende dar la voz a los sin voz… Que pretende ser cadena televisiva de un gobierno revolucionario, bolivariano…
No es suficiente. Lo peor es que el ex presidente de TeleSUR Andrés Izarra desde su actual y tercer cargo de ministro de la Comunicación y la Información (MINCI), sabotea también la cobertura informativa respecto a las justas protestas que el gobierno está recibiendo en estos días por la deportación de Joaquín Becerra.
Ayer en Caracas, frente a la cancillería, donde centenares de representantes de los movimientos sociales y organizaciones políticas se habían reunido para exigir al gobierno una explicación sobre lo sucedido, además de no estar presentes los periodistas de TeleSUR (que reciben precisas disposiciones del MINCI) ni de los mayores medios de comunicación, los pocos medios alternativos que cubrieron las protestas como la Agencia Bolivariana de Prensa (será una casualidad pero la página ABP hoy no funciona),Radio del Sur, Avila TV, Catia TV, Tribuna Popular, ALBATV, lo hicieron “contraviniendo la orientación general del Ministerio de Comunicación”. Fuentes venezolanas comentaron que el mismo Izarra, realizó varias llamadas telefónicas a unos de ellos, amenazándolos e insultándolos por dar cobertura del plantón.
Vuelven entonces a la memoria las declaraciones que hacía en una entrevista hace dos años Aram Aharonian, destacado periodista uruguayo, uno de los fundadores y ex director de TeleSUR que se alejó de la misma por “diferencias políticas, e incluso éticas”: “Telesur está tomada por ineptos, contrarrevolucionarios en el amplio sentido de la palabra: gente que recita consignas para parecer revolucionarios pero que no tienen la menor idea de qué se trata”. Sus acusaciones, que entonces parecieron pesadas y graves, estaban referidas al mismo Izarra. Ahora se ven definitivamente confirmadas por los hechos.
Annalisa Melandri
Lettera a Vittorio Arrigoni
Ciao Vik,
Ci siamo scambiati una mail veloce pochissimi giorni fa. Eri sotto le bombe, come sempre, affacciato alla finestra della tua casa che dà sul porto di Gaza. Non l’ho mai vista casa tua, né il porto di Gaza City, e a dire la verità nemmeno Gaza. Immaginavo tutto con i tuoi occhi. Attraverso i tuoi occhi e i tuoi scritti sentivo le detonazioni degli spari, le esplosioni, le grida e finanche il sapore amaro del sangue. Sentivo anche le risate e le voci dei bambini di cui ti circondavi sempre. Sembravi un gigante rispetto a loro, esili e minuti, sempre sorridenti vicino a te. Anche per questo ti ammiravo da lontano, per l’amore per i bambini e per un popolo che avei fatto tuo.
Ti ammiravo e ti stimavo perché eri l’ ultimo internazionalista rimasto, ti chiamavano pacifista e io continuavo a definirti internazionalista, perché incarnavi i principi di abnegazione e sacrificio che devono essere propri di un internazionalista. Io ci credo nell’internazionalismo e io stessa mi considero tale, ma tu andavi oltre… tu eri il popolo che avevi deciso di difendere, difendevi te stesso insieme al popolo palestinese perché ogni ingiustizia che subivano i tuoi fratelli tu la subivi per primo.
Ci siamo scambiati qualche mail in questi anni, non molte , ma ti ero vicina e il mio pensiero andava spesso al porto di Gaza City, a quella figura che scrutava il mare, al tuo coraggio. Ci siamo scritti quando, dopo due giornate febbrili tra telefonate e mail (e con il coinvolgimento di tante altre persone) siamo riusciti a far oscurare i due siti, uno canadese e uno italiano dove alcuni pazzi estremisti di destra ti minacciavano di morte. Fu il mio modo per farti sapere che c’ero, che ti stimavo e che apprezzavo il tuo lavoro, pur non seguendolo quotidianamente. Ho sempre sentito sulla mia pelle le ingiustizie commesse contro gli altri, come diceva il Che, e le minacce di morte contro di te, erano un’ingiustizia che non potevo tollerare. Ti ero, e ti sono riconoscente perché quando nessuno voleva stare in quell’inferno, tu c’eri e i tuoi occhi erano la nostra finestra sul dolore di un popolo intero, erano il testimone contro il genocidio commesso da Israele.
Mi hai scritto qualche giorno fa, forse affacciato alla finestra della tua casa sul porto di Gaza. Avevi appena inviato il tuo bollettino di guerra, 5 palestinesi uccisi, una quarantina di feriti, molti bambini e preannunciavi l’offensiva israeliana. Rispondesti ai miei saluti e alla frase con cui terminano le mie mail: L’uomo è nato libero ed è ovunque in catene. (J.J.Rousseau):
Grazie
Se ho deciso di stare qui è perché
viviamo in catene ma moriamo liberi.
Abbraccio Vik
Sei nato, sei vissuto e sei morto libero. Profondamente libero. Soprattutto libero di seguire il tuo cuore. In catene sono gli uomini che ti hanno ucciso, chiunque essi siano, prigionieri del loro odio e dei loro integralismo. Non so se credere alla versione secondo la quale sia stato un gruppo di Salafiti a toglierti la vita.
La responsabilità è sempre e comunque di Israele, la sua politica genocida sta permettendo che Gaza finisca sempre di più nelle mani degli integralisti.
Crepate tutti. Non siete umani.
Annalisa Melandri
El diario colombiano El Tiempo miente respecto al presunto apoyo de la izquierda alemana al TLC con Colombia
“Izquierda dura alemana apoya TLC con Europa, pero con reservas”, así titula el diario colombiano El Tiempo respecto a la postura de la izquierda alemana acerca del apoyo al TLC con Colombia.
En estos días el presidente colombiano Santos está de gira en Europa para profundizar relaciones económicas y políticas en el Viejo Continente.
Según cuanto reportado por el diario colombiano, Gregor Gysi, presidente del grupo parlamentario Die Linke habría expresado al Presidente “que su partido tiene todavía algunas inquietudes para respaldar la firma del TLC de Colombia con Europa, […] y que el gobierno del Presidente Santos presenta la coyuntura ideal para darle fin a la problemática con las Farc”.
Sin embargo hoy los mismos dirigentes del partido socialista alemán (socialdemócratas y no comunistas o izquierda dura como escribe El Tiempo manipulando a beneficio propio hasta la postura política del partido alemán) desmintieron el reportaje del diario colombiano agregando que Gregor Gysi había firmado también una moción parlamentaria contra la aplicación del TLC con Colombia.
Este es el comunicado de prensa difundido por Heike Hänsel diputada de la misma bancada de Die Link: “el tratado de libre comercio de la UE con Colombia y Perú no hará ningún aporte a los derechos humanos y el desarrollo, sino que agudizará más las tensiones sociales en Colombia, declara la vocera de la bancada parlamentaria de la Izquierda, Heike Hänsel, con motivo de la visita de estado del presidente Juan Manuel Santos Calderón en el día de hoy a Berlín… Santos busca actualmente en Europa profundizar las relaciones económicas sobre la base del tratado de libre comercio neoliberal. Negocios exitosos para las grandes empresas europeas y colombianas – pero la pérdida de la base de supervivencia para los pequeños campesinos y pequeñas y medianas empresas colombianas. Estos impactos del tratado de libre comercio, que se encuentra adportas de su ratificación, son los temidos por las organizaciones sociales en Colombia, afirma Heike Hänsel”.
“La situación de derechos humanos en Colombia sigue siendo problemática, asi el presidente Santos intente limpiar la imagen durante su actual visita a alemania“, añade Heike Hänsel. Las amenazas de muerte contra miembros de diversas organizaciones de derechos humanos y su criminalización por parte del estado colombiano hacen parte del orden del dia.
“La Izquierda le pide al gobierno federal alemán hacer valida su influencia ante el gobierno colombiano para que envie señales serias con el fin de dar inicio a un proceso de paz con las FARC, después de las últimas liberaciones unilaterales llevadas a cabo por esta guerrilla”, continua la vocera de la bancada parlamentaria La Izquierda.
“En caso de entrada en vigor del tratado de libre comercio se estímularian aún más los conflictos por la tierra. La Izquierda rechaza el tratado de libre comercio y exige en lo posible un proceso de ratificación amplio y democrático a través de los parlamentos de los estados miembros de la Unión Europea”, declara finalmente Heike Hänsel.
El Tratado de Libre Comercio con Colombia, que hace parte de la propuesta más amplia de TLC entre Unión Europea, Colombia y Perú, ha sido rechazado en Europa y en América latina por grupos parlamentarios y por asociaciones y movimientos sociales sobre todo por la grave situación de las violaciones de los derechos humanos en Colombia y por consideraciones según las cuales estos acuerdos van a favorecer la concentración de los recursos naturales de los países en las manos de las transnacionales extranjeras. Sin embargo el acuerdo ya se ha firmado entre la Comisión Europea y los dos países andinos. Falta la aprobación y la rubricación del Parlamento Europeo.