Entrevista a Simone Bruno: “los indígenas espantan… ”

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Foto di Simone Bruno

Simone Bruno es un fotoreportero italiano y desde hace cinco años vive en Bogotá. Es corresponsal por el diario online Peace Reporter, relacionado a la agencia de noticias MISNA (Missionary Service News Agency) y a la asociación humanitaria  Emergency.  En estas semanas cubrió la marcha de la Minga,  la mobilitación indígena y campesina que llegò   hasta Bogotá, pidiendo respecto por los pueblos originarios y derecho a la tierra y a la vida  y  planteando un proyecto de participación politíca al desarrolllo del país.
Simone Bruno estubo testimoniando sobretodo los violentos enfrentamientos ocurridos en en La María-Piendamó (Cauca), donde se registraron dos muertos y más de 70 heridos, y donde se demostró que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) utilizó armas non convencionales contra los indígenas. Las fotografías de Simone han sido publicadas en todos los más importantes diarios italianos y en los mayores espacios  de información en Internet.
Por eso recibió hace unos días en su pagína  de  Facebook amenazas de muerte con el siguiente texto: (“mamertico de mierda  se esta metiendo con fuerzas que lo van a aplastar muy valiente tirando piedras y agrediendo agentes del estado en la  maria si quiere ser un martir con mucho gusto le cumplimos el deseo rece malparido”) desde un usuario desconocido de nombre Sol Dussant.  En esa entrevista nos explica qué representa el movimiento indígena en Colombia y sus potencialidades  por un cambio en el país.
 
A.M. – Simone, tu  vives desde hace 5 años en Colombia. ¿Tuviste antes de ahora problemas de amenazas o de hostigamiento relacionados en tu trabajo?
S.B. - No nada, esta es la primera vez en absoluto.

A.M. — ¿Denunciaste las amenazas a las autoridades? ¿Qué respaldo tuviste?
S.B. — La denuncia la hice a través del consulado Italiano en donde encontré personas muy gentiles y que me ayudaron mucho. Recibí también apoyo por parte del embajador en Italia, Sabas Pretelt de la Vega, que en un comunicado de prensa rechazó las amenazas que recibí. 
A.M. — En  el texto de la amenaza se hace referencia al resguardo de la María. Tu estuviste allá cubriendo la Minga. Hubo muertos y heridos. ¿Cómo era la situación?
S.B. — Muy dura. La represión del ESMAD (policía anti-motines) fue brutal y con armas de fuego, machete y recalzados, ósea granadas artesanales rellenas de pólvora, puntillas, escotillas y vidrios.
Vi muchos heridos y constate el tipo de armas que los provocó. Había heridos de balas y otros con escotillas en el cuerpo. Tambien hubo un muerto, Ramos Valencia, proveniente del resguardo Tacueyó, que ha recibido una bala en la cabeza, que le atravesó de lado a lado.
 
A.M. — Un video de la CNN demostró inequivocablemente que miembros de la ESMAD dispararon contra los campesinos de la Minga y Álvaro Uribe tuvo que admitir públicamente eso. Los participantes de la Minga se defendieron solamente con bastones de mando y piedras. Tu denunciaste eso en tus notas, ¿Piensas que las amenazas puedan llegar desde alguien cercano a la ESMAD?

S.B. — Esto es difícil saberlo. Por seguro las amenazas se deben a mi presencia en la María, el mensaje lo dice muy claramente. Quien se molestó por el trabajo de los periodistas  es quien no quería que se supiera la verdad de los hechos y de la violaciones de los derechos humanos por parte de la policía. Es también quien no sabe respectar un movimiento como el movimiento indígena Colombiano que propone una manera otra de pensar y de vivir y una resistencia pacífica. 
A.M. — La Minga ha llegado a Bogotà y en los próximos días habrá también eventos en algunas ciudades europeas en solidaridad a ella. ¿Qué opinas de esa movilización indígena y campesina? ¿Puede representar  realmente, cómo parece, un momento de ruptura entre la sociedad colombiana y el gobierno?

S.B. — Creo que es la coincidencia de dos procesos. En un lado me parece que la sociedad empieza a despertar de un largo sueño. Son testigo las movilizaciones de prácticamente todos los sectores sociales: corteros de cañas, estudiantes, profesores, transportadores, jueces, entre otros.
En otro lado está la Minga que es expresión de un lento proceso interno al movimiento Indígena Colombiano, del cual los indígenas Nasa del Cauca son sin duda es sector más fuerte y organizado.
La coincidencia de las dos cosas hizo que la Minga se volvió el catalizador y acelerador de todas estas protestas que en algunas manera confluyen. Esto no es casual los Nasa vienen tejiendo, como ellos dicen con otros sectores y movimientos sociales desde hace mucho años. En la historia Nasa se cuentan 4 fases de resistencia, la ultima se denomina de alternativa y empieza más o menos con la constitución del 1991, ósea con la llegada de la ola neoliberal en Colombia. Los Nasa se dan cuenta que el enemigo ya no es el terrateniente, sino un poder multinacional que no se ve. Para enfrentarse entienden que se tienen que abrir a otros actores y seguir luchando untos. Es, si quiérenos el final de la fase solamente indigenista del proyecto Nasa.
 
A.M. — ¿Qué proyección a largo plazo imaginas pueda tener la Minga en Colombia?
S.B. — Es un proceso largo. En este mes  largo la Minga ha tenido mucha visibilidad. En los próximos meses quizás no será así, pero el proceso sigue seguramente a nivel interno y se va fortaleciendo mucho. En la próxima expresión pública será aun más fuerte y tendrá aun más apoyo de otros actores sociales. Esto ha sido verdad en el pasado si pensamos a la que se llamaba Minga por la vida del 2004 y todas las movilizaciones anteriores. Con estas expresiones los indígenas toman momentum y se relacionan con nuevos actores. Se retiran, elaboran y vuelven a salir.  
A.M. — ¿Cómo se desarrolla actualmente en Colombia la protesta social y el conflicto armado en el marco de  esa criminalización violenta de la protesta y en la actual situación de represión y persecución de la oposición?
S.B. — La criminalización de la protesta es un ejercicio muy practicado en Colombia en donde las FARC se trasforman en la excusa para aplastar los movimientos sociales.
Los movimientos democráticos están aplastados entre el actor estatal y paramilitar por un lado y por las guerrillas por el otro. Todos los movimientos más respetables en Colombia toman una posición de neutralidad o se declaran comunidades de paz, por esto, son atropellados por ambos lados y por ambos actores. La culpa que tienen no es tanto la de no participar, sino de cuestionar el conflicto mismo, que es lo que permite sobrevivir tanto a las FARC cuanto al gobierno. Queda realmente poco espacio para desarrollar la protesta social, tanto físicamente, cuando en el imaginario de los Colombianos que prefieren muchas veces no saber nada de lo que pasa, no opinar y no ser involucrados.  
A.M. — ¿No crees que las  amenazas a un periodista son  la demostración que está haciendo bien su trabajo?
S.B. — O que los indígenas espantan..  
A.M. — ¿Cómo periodista amenazado  cómo imaginas se pueda seguir trabajando por la libertad de expresión y por la  denuncia de las violaciones de los derechos humanos cometidas por el Estado en Colombia?
S.B. — Yo tengo la suerte de ser Italiano y vivir a Bogotá. El apoyo de la prensa Italiana ha sido muy importante, pienso por ejemplo en Maso Notarianni de Peacereporter y Alessandra Coppola del Corriere que por primeros se han preocupados de mi situación. La visibilidad y el respaldo permiten sentirse más seguros. Pero hay centenares de periodistas Colombianos que trabajan y viven en áreas rurales del país, para ellos denunciar lo que pasa quiere decir arriesgar seriamente su vida y las de sus familiares. Esto tiene una repercusión evidente sobre la calidad de la información en el país. Así como la concentración de los medios en la manos de poder económicos muy fuertes, cuya finalidad es maximizar es la ganancia y no es informar. Estos medios serán siempre al servicio del gobernante de turno. No es casual que los activistas decidieron dar el video a CNN y no a los medios Colombianos, eso porque si lo hubiesen dado a un medio Colombiano probablemente ahora poca gente lo conocería. Hablo de los grandes canales de televisión, porque un error que se puede hacer es generalizar sobre la prensa Colombiana. Acá existen unos buenos medios de información y unos excelentes periodistas. Pienso a Semana, El Espectador, el programa Contravia de Hollman Morris, el noticiero de Canal Uno de Daniel Coronell y algunos periodista de El Tiempo y Cambio. Es gracias a ellos si sabemos de los grandes escándalos como por ejemplo el de la parapolitica. Y es por eso que la lista de periodistas amenazados es muy larga.

 
 
  1. avatar
    La verdad ha detto:

    QUe farsa, que manipulacion. El entrevistador desde un sesgo de extrema izquierda se limita a acusar al estado colombiano y el periodista entrevistado desde las sombras tergiversa una movilizacion alentada por sectores oscuros que pretendieron (fallidamente) incendiar a Colombia sin exito.

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